EL CERCO DE SAN LAZARO

Gran polémica ha desatado la instalación de un amplio operativo en la zona aledaña al Palacio Legislativo de San Lázaro previo a la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como Presidente Constitucional de los todavía Estados Unidos Mexicanos.

El operativo en un principio consistía en cerrar- me parece de manera muy anticipada- cuatro estaciones del metro en las zonas aledañas y establecer un cerco alrededor de la Cámara de Diputados. Hasta el día de hoy (jueves 29) nadie se responsabilizaba del operativo. El primero en lavarse las manos fue el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara, Jesús Murillo Karam quien aseguró que él no lo había solicitado, después el joven Marcelo Ebrard levantó la voz por toda la chilangada diciendo que era una ofensa, mientras que el Estado Mayor Presidencial y el equipo de transición permanecen sin decir ésta boca es mía.

Este hecho aparentemente arbitrario ocasionó que las voces de protesta no se hicieran esperar y que varios pseudo defensores de los derechos humanos concurrieron al lugar y de manera violenta empezaran a tumbar algunas vallas del cerco, incidente que -más allá de que tuvieran razón o no- infelizmente provocó que no muchos pensáramos que no era una medida equivocada, acciones como éstas son las que avalan un operativo tan rígido.

Sobre el operativo podríamos alegar a favor que esta ciudad desafortunadamente en los últimos meses ha sufrido actos que vulneran la seguridad de la gente cercana al partido al cual pertenece Peña Nieto sin que ni siquiera se hubiera ejercido acción penal por ello, no olvidemos la violenta toma de la oficina de la representación del Estado de Michoacán, que no sólo fue solapada sino defendida por el todavía Jefe de Gobierno capitalino Marcelo Luis Ebrard. Además los coordinadores del Frente Progresista sentenciaron que la toma de EPN no sería un día de campo.

Pero, ¿Tanta seguridad es excesiva? Yo creo que no y el problema radica en que la dizque izquierda de éste país no da garantías, siempre tira la piedra y esconde la mano, llaman al diálogo y a la conciliación y por atrás clavan puñaladas traperas y eso sin lugar a dudas genera desconfianza e incertidumbre, lo que obliga a la gente que rodea a quien será el primer mandatario de la nación de tomar medidas extremas.

Excesivo o no, me parece que el operativo no sobra, ya Andrés Manuel amenazó que las protestas contra Peña seguirían, también los 132 (los que no han sido alcanzados por el encanto de Foro TV) también ya le cantaron el tiro a «Quique» y los que faltan que se sumen.

Estoy convencido que hoy que México vive momentos de incertidumbre garantizar un cambio de gobierno al menos sin complicaciones sería una entrada triunfal para Peña Nieto. Sin embargo, también hay que considerar que el mensaje que manda con el cerco es difuso, por un lado da la impresión de salvaguardar la tranquilidad y dar muestras de una civilidad democrática, pero por otro- que además da bastante material para sus detractores- puede ser la vuelta de un autoritarismo que no permitirá que nadie se le oponga, hoy la opinión pública lo respalda pero un resbalón puede ser muy peligroso, antes del primero puede lavarse las manos a partir de ahí ya debe asumir todo lo que él y  su equipo hagan.

Y ya que los Mexiquenses y Priistas están tan de moda, nuestro balompié nacional no podía menos que ponerlos en la palestra, ya que los Diablos Rojos del Toluca (equipo al que le va Peña por cierto) enfrentará al equipo del nieto del hijo prodigo de Atlacomulco (donde nació Peña) Carlos Hank González, los Xoloitzcuintles de Tijuana, siendo una final de pronóstico reservado ya que enfrenta a los dos mejores equipos del torneo, escuadras que cuentan con dos grandes entrenadores, por los mexiquenses, Enrique “Ojitos” Meza  y por los Tijuanenses, Antonio “Turco” Mohamed, que curiosamente juntos guiaron a los Toros de Neza (escuadra mexiquense) al subcampeonato del Verano 97.  Sin embargo, a pesar del buen juego de los del Norte del país creo que la experiencia de Meza y sus jugadores inclinará la balanza a su favor.

  

¡Sean Felices!