Archivo de junio 2024

20
Jun
24

LA TRANSICIÓN «TERSA»

Por Francisco SánchezCaballero Rigalt

Las últimas dos transiciones de poder han sido en relativa calma económica, en el caso de Fox a Calderón, el mito del fraude electoral (si fuera un hecho comprobado, ¿no lo hubiera investigado el actual presidente para reafirmar sus dichos?) complico políticamente la entrega, no así en la parte económica que no hubo grandes sobresaltos.

A partir del 1 de septiembre López Obrador en el último mes de su mandato, va a tener la mayoría calificada en la cámara de diputados, y va a «echar a andar» las propuestas de cambios a la Constitución, que no pudo lograr durante 5 años, algunas para elevar a rango constitucional los programas sociales que han sido motivo de discusiones y señalamientos porque si son necesarios para paliar la pobreza y alcanzar un estado de bienestar aunque el gobierno los utilizo como estrategia política en las pasadas elecciones.

La reforma al poder judicial es la más importante de las propuestas ya que, resulta en es el cambio radical a uno de los tres poderes del estado, el asunto es que no es clara la reforma, la presentación es muy general y deja muchas dudas, lo que ha repercutido en el ánimo de los inversionistas, que, para conocimiento del presidente, no son los «oligarcas» que mueven el dinero del país, sino son los grandes fondos como Black Rock, que, por cierto la virtual presidenta con su flamante consejera Altagracia Gómez (una suerte de lo que intento hacer Alfonso Romo con López Obrador) se reunió a los pocos días después de la elección con su director para México, que con la alta tasa de interés y el bajo riesgo pusieron a México como un mercado atractivo para las inversiones.

El dólar subió en los días siguientes a la elección hasta un 10%, al momento de escribir este artículo se estabilizo la cotización en $18.50 por 1 dólar, que es el 11% de incremento desde el 2 de junio, esta situación del «superpeso» es tomada por los analistas como un ajuste por la sobrevaluación en la que estaba, por factores como la cantidad de dólares que hay ofreciéndose. Esto no solo afecta a la inflación, que tendrá una tendencia al alza afectando la previsión de crecimiento económico y otros indicadores que confluyen.

La reforma está generando incertidumbre por la falta de certeza en el alcance que va a tener, eso incrementa el riesgo y hace que los capitales que tienen aversión al riesgo se vayan a lugares con mayor seguridad.

¿Para qué forzar el tema en el último mes de la presidencia? La presidenta electa Sheinbaum tiene todo el poder para hacerlo en los primeros 3 años de su mandato, y mantener una transición sin generar situaciones que afecten el bolsillo de los mexicanos que confiaron en ella de forma abrumadora según los votos del pasado 2 de junio. Pensar que de esta forma su legado será histórico, me recuerda a José López Portillo y la nacionalización de la banca en 1982, con su famosa frase «Ya nos saquearon. No nos volverán a saquear», y con lo que pensó que pasaría a la historia como el mejor presidente, y solo quedo en burlas y chistes con su pantomima de llorar y pedir perdón, y el recuerdo de que en su sexenio se perdió uno más de los «mexican moments» en los que parece que podemos ser un país con un desarrollo sostenible, llevando al peso a una devaluación del 70% y una década con una inflación galopante y crisis económica.

¡Que referencia tan siniestra! Y lo perverso del asunto es que los factores indican que hay una alta posibilidad que la transición tal y como la están planteando los dos protagonistas no sea nada «tersa».

Notas al calce:  El dictum de Acton (Lord Acton1887): «Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes hombres son casi siempre hombres malos, incluso cuando ejercen influencia y no autoridad: más aún cuando sancionan la tendencia o la certeza de la corrupción con la autoridad» para los mexicanos que vivimos en la etapa del «carro completo» en el congreso de la Unión y en las gubernaturas por parte del «partidazo» el PRI, vemos con mucha tristeza como regresamos a esa época en donde los programas sociales, la «administración de la riqueza» (verbigracia ahora el «nearshoring») y la rectoría (intromisión) del estado en áreas como energía, telecomunicaciones y transporte, nos dejaron un país sin crecimiento económico y mucha pobreza durante más de veinte años. ¡Qué no se repita esto, por favor!

18
Jun
24

HAIGA SIDO COMO HAIGA SIDO

Por Eduardo Macías Garrido

Hay que darle vuelta al capítulo de las pasadas elecciones y buscar cada uno desde su trinchera las oportunidades para salir adelante, y no quedarnos enfrascados en un discurso obsoleto y estéril, en donde independientemente de las preferencias de cada elector, la mayoría ya decidió en las urnas.

«Haiga sido como haiga sido», la gente decidió el pasado 2 de junio quien quiere que sea el gobernador, el senador, el diputado o el alcalde que lo represente en la entidad en donde vive. Desde luego, los mexicanos también decidieron quien será su presidenta para los próximos seis años.

El expresidente Felipe Calderón en alguna entrevista en 2006 afirmó que se había llegado a decir que iba adelante de plano porque lo habían ayudado, porque sus adversarios eran muy malos, porque la campaña fue muy buena, pero como dicen en su tierra, ganó «haiga sido como haiga sido».

La diferencia entre Calderón y López Obrador en su momento fue de 0.58%. En las pasadas elecciones las diferencias fueron abismales, simplemente Claudia Sheinbaum ganó por más de 35 millones de votos, es decir, rebasó por 19 millones 421 mil 522 votos a Xóchitl Gálvez, obteniendo el 59.75% del apoyo ciudadano.

Así que el discurso encabezado por un par de trasnochados como Alejandro Moreno y Marko Cortés resulta además de irresponsable, totalmente fuera de una realidad que los arrastró como un tsunami fuera de control.

La razón del triunfo avasallador de Morena no deviene de un fraude, las causas son evidentes y están al alcance de quien las quiera ver y entender.  

Para muchos puede resultar frustrante y hasta dolorosos los resultados de la pasada jornada electoral, pero existe una razón de peso y es que la oposición nunca pudo convencer al electorado de la necesidad de un cambio.

El gran ganador en esta elección fue Andrés Manuel López Obrador, quien ganó como muchas veces le ganaron al él: «haiga sido como haiga sido». Podemos hablar de una elección de Estado, pero no de fraude electoral.

Quien debería rendir cuentas no es el Instituto Nacional Electoral (INE), sino los partidos de oposición, encabezados por el PRI, PAN y PRD, este último hoy sin registro, los cuales se convirtieron en franquicias y no en garantes del sentir de la gente.

Hoy México necesita verdaderos liderazgos emanados de la sociedad civil, y no a los viejos e ineptos políticos que solo ven por sus intereses, en donde lo único que buscan es el cobijo del fuero y un hueso que les permita transitar un sexenio más.

Hoy es momento de sumar esfuerzos y que cada uno desde su trinchera trabaje para tener un México mejor para nuestras familias, por eso resulta ocioso seguir con temas postelectorales que ya en nada abonan a la solución de los problemas nacionales que hoy nos aquejan.

La presidenta electa enfrentará temas como la seguridad en el país, la insuficiencia de medicamentos para la gente, mejor calidad en los servicios de salud, entre otros. Así que resulta de mayor utilidad ver como aportamos ideas en la solución de estos, y no enfrascarnos en discusiones absurdas que en nada ayudan para la atención de los grandes temas nacionales.

No prestemos oídos a voces que ya demostraron que no les interesa el pueblo de México, y mejor pongámonos a trabajar con este nuevo gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum, quien será la próxima presidenta durante los siguientes seis años: «haiga sido como haiga sido».

Correo: eduardomacg@icloud.com

X (Twitter): @eduardo84888581

16
Jun
24

SABER GANAR

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«La falta de generosidad al vencer disminuye el mérito y los frutos de la victoria».

Giuseppe Mazzini

Sin duda, el 2 de junio de 2024, fue un parteaguas para la sociedad mexicana, si bien reflejó una marcada polarización, quedó claro que del lado del régimen son más.

Ya se ha escrito mucho sobre lo que significó una elección inequitativa y con todo el uso del aparato del Estado, no obstante, hay que reconocer el talante democrático tanto de Xóchitl Gálvez como de Jorge A. Máynez quienes reconocieron el triunfo (aunque a la primera la regañaron) de Claudia Sheinbaum Pardo.

A quien también hay que reconocerle el gesto de ser humilde ante una apabullante victoria y agradecer a los antes mencionados sus felicitaciones.

Sin embargo, transcurridas ya 2 semanas, a las y los simpatizantes de uno y otro bando les ha faltado mesura e inteligencia emocional para unas y unos aceptar la derrota y a otras y otros disfrutar la victoria.

Muchos se llenan la boca atacando al PRIAN sin reparar que en la militancia de MORENA hoy debe haber más evadidos de estos dos partidos que del extinto PRD de donde germinó este movimiento.

Es muy cierto que en la vida y en la política se gana o se pierde. Por eso es tan importante saber ganar y saber perder; saber ganar no solo es vencer, al igual que saber perder, sirve para obtener incalculables beneficios.

Para ganar con altura de miras se debe entender que en nuestro país, atendiendo a la diversidad de opiniones, nos dimos herramientas y mecanismos para decidir a nuestros gobernantes.

Aceptar la democracia como medio para elegir a nuestros gobernantes implica entender que los cambios los provocan las sociedades y que la principal forma de materializar ese cambio es a través del voto. De esta manera se respaldan plataformas e ideas pero no implica un salvo conducto para ignorar a los que no sufragaron por los ganadores,

Y obliga a los ganadores a reflexionar que en un sistema republicano, el que gana no está autorizado a hacer lo que quiere. Un gobierno democráticamente electo puede perder legitimidad de ejercicio cuando erosiona las instituciones y abusa del poder que obtuvo en los comicios. Una democracia puede deteriorarse hasta volverse algo distinto.

Se debe ganar respetando al rival. Desgraciadamente ésta elección ha detonado egocentrismos de muchas y muchos que desean ser el centro de atención de todo y que no llevan bien eso de haber hecho trizas a la oposición. Evidenciando un problema de aceptar y asumir con humildad la victoria que ni siquiera es mérito de ellas y ellos.

Quien no entienda que ganar unas veces y perder otras, es el precio de la democracia no es un demócrata. Si bien este proceso electoral dejo claro que hay que establecer mejores reglas y mecanismos para respetarlas, ya que el presidente las pisoteó más que a la oposición lo que ya es mucho decir.

Quienes ganaron y sus huestes tienen que entender que en una democracia la participación se produce de muchas formas. Por ejemplo, mediante prácticas como la negociación, el debate, la mediación de fuerzas y las instancias de expresión popular. Todo ello es parte del juego democrático.

Ni aunque las mayorías te den el triunfo, nadie que se llame demócrata puede sostener que alcanza con ganar las elecciones para poder decidir unilateralmente sobre todos los asuntos.

Todos los bandos deben entender que no se es mejor por estar con la mayoría ni peor por disentir, y que tomar decisiones de peso no es aplastar a los demás.

Por ello es mejor preguntarnos si nuestra democracia tiene una consistencia suficiente como para resistir a actores que no creen en ella y no la respetan. Es una pregunta que impacta de manera importante en el proceso histórico que vive la sociedad mexicana y, fundamentalmente, sobre el rol  que está dispuesto a seguir la oposición.

Para concluir debemos cuestionarnos si el Plan C ¿Cambia cosas que nadie debería cambiar? Para responder esta cuestión, debemos tener en cuenta que, si bien hoy una coalición ganó las elecciones, pero también que cualquier otro partido puede ganarlas en el futuro, por lo que la mayoría debe valorar bien las consecuencias ya que de hacerlo más por venganza que por conciencia puede resultar un balazo en el pie.

11
Jun
24

LO QUE NOS DEJARON LAS ELECCIONES

Por Eduardo Macías Garrido

Quedo muy claro el 2 de junio que la mayoría de las encuestas reflejaban la realidad, los mismos que salieron en su momento a defender al Instituto Nacional Electoral (INE), hoy lo atacan sin presentar pruebas.

El triunfo de Morena es indiscutible, avasallante, refleja que la gente no compró el discurso de los partidos de oposición, y mucho menos confía en lideres como Marko Cortés y Alejandro Moreno, dos impresentables, que lo único que buscaban es no quedarse sin fuero, así como el tradicional hueso para los próximos seis años.  

Seis de cada diez votantes eligieron a Morena, ya dejemos de hablar de fraude, el triunfo es tan contundente que la intención del votante quedo claro en las urnas. No fue como se dijo una cuestión de clases sociales, ya que en la clase media alta el 49% voto por Claudia Sheinbaum y en la clase media, el 59% eligió como la próxima presidenta de México a la abanderada de Morena, mientras solo el 30% voto por Xóchitl Gálvez.

El error de Xóchitl Gálvez fue aliarse con el PRI, cuyo líder ha sido señalado de diversas corruptelas, al igual que no haber pedido la cabeza de Marko Cortés, cuando exhibió públicamente sus negociaciones inconfesables en la elección para gobernador de Coahuila.

No quisieron entender los lideres del PAN y del PRI, del repudio de sus personas entre la mayor parte de los electores. Nunca vieron la necesidad de refundarse y rendir cuentas. Los partidos y sus cúpulas, principalmente, están anquilosadas, basta ver la lista de sus candidatos a la cámara de Senadores y de Diputados.

Es una realidad lo que paso el 2 de junio y tienen que asimilarlo rápido, si se quieren engañar que sigan diciendo que hubo fraude electoral, lo cierto es que fueron casi 36 millones de votos a favor de Claudia Sheinbaum.

Es incomprensible que el inútil de Marko Cortés siga diciendo que no fue una contienda legítima, que la cancha nunca estuvo pareja. Al afirmar que fue una elección de Estado, lo único que refleja es lo limitado del individuo. Por más que se revisen las actas en los cómputos, no cambiara el resultado de la elección.

Más absurdo y patético resulta, que los lideres del PAN y PRI digan que descartan renunciar a sus cargos ante los resultados de las elecciones. Por vergüenza, por dignidad, deberían renunciar ya no a sus partidos, sino a seguir haciendo política.

El alegato de fraude a estas alturas es insostenible, puede haber irregularidades como siempre las hay en cualquier elección, pero la victoria de los candidatos de Morena es tan apabullante, que el discurso debe ser otro.

Una de las causas del resultado de las pasadas elecciones es la desigualdad que existe en México, nuestro país es uno de los más desiguales según una gráfica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD). Los partidos de oposición carecen de un discurso que les hable de manera creíble a los sectores más desprotegidos sobre este tema.

Quién les cree a los lideres de la oposición cuando hablan de desigualdad, hoy argumentan fraude para que la sociedad no les exija su renuncia.

Ya dejemos el discurso del fraude que solo le conviene a unos cuantos, claro que pueden existir inconsistencias, pero no fraude electoral. Hoy sostener lo contrario, es el reflejo de la mediocridad, incompetencia y desvergüenza de un par de lideres que no se ocuparon más allá de sus propios intereses.

Correo: eduardomacg@icloud.com

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09
Jun
24

LA REFORMA AL PODER JUDICIAL Y LA NEGACIÓN DEL TERMINO DE MANDATO

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«La prueba suprema de virtud consiste en poseer un poder ilimitado sin abusar de él».

Thomas Macaulay, poeta, historiador y político británico

Carlos Fuentes en su novela La Silla del Águila dice «…el político que se anda creyendo que es más de lo que realmente es, nunca puede saber quién es». En ese mismo texto menciona que; «La victoria de ser Presidente desemboca fatalmente en la derrota de ser expresidente». Y agrega «Preparase usted. Hay que tener más imaginación para ser expresidente que para ser Presidente. Porque fatalmente dejará detrás de sí un problema con nombre: el suyo».

Como si este texto fuera profecía, eso está pasando con la sucesión en México, para muestra ya van varios botones. Ni bien se había confirmado el triunfo de la Doctora Claudia Scheinbaum Pardo como presidenta de la nación, quien habrá de otorgarle la banda presidencial la empezó a meter en aprietos, todo por su permanente actuar desde su visión alejada de la realidad.

Primero, como si fuera 1988 la Secretaria de Gobernación anunció antes que el Instituto Nacional Electoral resultados respecto de la elección de diputados. Esto, con un claro sesgo de maldad para poner en el inconsciente colectivo que tienen mayoría calificada para la siguiente Legislatura. Sin imaginar que provocaría crisis en los mercados, cayendo la bolsa y subiendo el dólar frente al peso

Afortunadamente, gracias a la intervención de la presidenta electa y a los buenos oficios del neoliberal de izquierda que encabeza (y encabezará) la Secretaría de Hacienda y Crédito Público la situación se calmó.

Sin embargo, en sus afanes protagónicos (del que preside el país todavía), no habían pasado dos días cuando en la mañanera avisa que la reforma al poder judicial va. Para que no quedara duda mando al coordinador de Morena en la Cámara de Diputados a decir que en septiembre con la Aplanadora se votaría.

Como el mundo no es solo es el palacio y los alrededores, el peso perdió valor, obligando al coordinador del comité de transición de la presidenta electa a aclarar que eso no iba a pasar y a ofrecer disculpas al coordinador que dijo que no dijo lo que dijo, pero lo dijo.

Calmado el daño, otra vez el actual presidente con unas ansias locas de llamar la atención vuelve a amenazar con que el poder judicial está podrido que la justicia va por arriba de los mercados y que por sus arrestos la reforma va. Y que creen el dólar volvió a subir.

Sin duda, el panorama luce complicado para la presidenta electa, que ha demostrado de inicio dos cosas buenas diferentes a quien le antecede: entiende que hay un mundo exterior y escucha a sus asesores. Llamando a discutir con prudencia la reforma.

Y hablando de elegir a los jueces ¿Es bueno o malo? Desde mi humilde punto de vista no traería ninguna mejora, al contrario, fomentaría la corrupción y lo que es peor sería muy costoso para el Estado y por tanto contrario al principio de austeridad que tanto enarbolan.

Por ejemplo, La organización, desarrollo, cómputo y declaración de resultados de la consulta en la que las y los ciudadanos decidieron si se emprendía el esclarecimiento legal de decisiones tomadas en el pasado por actores políticos a fin de garantizar justicia a las víctimas (ergo enjuiciar expresidentes) costó, aproximadamente 528 millones de pesos y el porcentaje de asistencia fue bajísimo.

Otra muestra, para la organización de la consulta de revocación de mandato en la que participaron 16 millones de ciudadanos, el INE gastó 1,692 millones de pesos recursos con los que se pudieron comprarse 13 millones de vacunas contra COVID para niños.

Además, objetivamente no hay duda de que es una forma de legitimar al caudillo y perpetuarse en el poder, (lo que de ninguna manera es bueno ni para la presidenta electa ni para la estabilidad económica del país), sin embargo, por ello no cesa en atacar al sistema que impera, el que hasta ahora al menos garantiza la meritocracia en la selección de jueces y magistrados a través de la carrera judicial.

No podemos perder de vista algo muy importante, que a pesar de que los jueces y magistrados son propuestos por el Ejecutivo y ratificados por el Congreso, el Poder Judicial se mantiene independiente del Poder Ejecutivo, lo que seguramente no ocurriría al ser votados.

Es importante mencionar que esta idea no es original. Lo echó a andar el ahora observador electoral internacional Evo Morales cuando fue presidente en Bolivia en 2011.

Transcurridos ya 13 años de la experiencia, no ha sido nada exitosa, marcada por la polarización política que hace difícil que haya acuerdos entre régimen y las oposiciones.

Pero, la mayor recriminación contra el método electoral introducido por la Constitución de 2009 es por no haber logrado un cambio en la administración de la justicia, que sigue siendo cuestionada por organismos nacionales e internacionales especializados a causa de su politización y su alta corrupción.

Desgraciadamente aquí no veo porque las cosas serían diferentes, si la base de la reforma es quitar a los que están para poner a los fieles al régimen, eso no es nada bueno en una democracia moderna y con equilibrio de poderes. Aun y cuando la mayoría sea aplastante.

04
Jun
24

AMLO Y LA ESTRATEGIA

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.»

Proverbio árabe

Leía el otro día un artículo de Moisés Naim de 2021 publicado en El País donde escribió «La proliferación de autócratas enamorados de las elecciones presidenciales es un sorprendente fenómeno político. No es que a los dictadores les gusten los comicios libres y justos en los cuales ellos podrían perder. Eso no. Lo que buscan es el pasajero aroma democrático del que les impregna una elección popular, siempre y cuando su victoria esté garantizada. Y lo extraño es que a pesar de que, dentro y fuera del país, la gente sabe que la están engañando vota».

No sé por qué, pero me remitió a la elección del 2 de junio reciente. Donde el todavía presidente de este país aplicó la máxima del que el poder es para ejercerlo y lo hizo sin miramientos.

Utilizó todos sus recursos para jugar su última carta para pasar a la historia. Seguramente muy o pocos o casi nadie va a recordar la pésima estrategia contra el COVID, la inseguridad, las obras faraónicas inconclusas, su desprecio a la ley y a las instituciones.

Con su olfato político fraguo durante 3 años un escenario en el cual no obstante su marcada misoginia, él y solo él lograron que le sucediera una mujer que además es la más votada de la historia.

Violó hasta que se cansó la ley electoral, drenó a la oposición, usando la mañanera para hacer campaña, sabedor de que el árbitro electoral le pertenece.

Alineo a sus tropas, ofreció espacios en las Cámaras y negocio con sus aliados, buenos y malos, al grado que el 2 de junio de 2024 pasará a la historia como uno de los días menos violentos de su Sexenio.

Posiciono adecuadamente a su candidata, que se disciplino, tras un traspié en el primer debate donde pretendió alejarse de los postulados de la cuarta transformación, los siguientes dos fue una férrea defensora de ella, luciendo presidencial como las muy cuestionadas encuestas la posicionaban.

Repartió dinero a diestra y siniestra, vaticinó cuantos votos iban a obtener y preparó el terreno para que su legado no muriera.

Por si acaso, echó mano de algunos trucos para garantizar la mayoría en el Congreso de la Unión, que tal que la presidenta actuara como tal y prefiriera hacer política.

Logró confundirnos, atacó y atacó una alcaldía donde su movimiento fue despedazado a cambio de consolidar su partido en todos los estados, dobló a la casta yucateca pero no pudo con el conservadurismo del Bajío, que no obstante los altos índices de violencia  ahí registrados aún le repelen.

Ayudó en demasía la ineptitud de los líderes de oposición, más preocupados por su fuero, allanó un camino sin contratiempos y para lo cual usó un aliado perfecto el INE.

Si los «conservas» marcharon por defenderlo como podían atreverse a dudar de él , por eso los conteos rápidos se volvieron lentísimos, para darle la certeza que el plan salió perfecto, las diferencias entre sus ganadores y los opositores en el caso más apretado que fue la CDMX resultó en 14 puntos mientras en su terruño fue de nada mas 90 .

El mismo presidente de México, un día antes exhibió otra encuesta (que  también despierta suspicacias), donde obtenía 80% de respaldo popular, todo esto para fortalecer su narrativa, para con ello complicar que si hubiera un fraude no se pudiera probar.

Pero en ataque de sinceridad cabe preguntarnos con base en esa popularidad. ¿Porque no le iban a dar continuidad? si los otros no ofrecen nada. Quizá lo lamentaremos, es altamente probable, harán su corte, eliminarán los autónomos por caros y excesivos, con ese dizque ahorro van a generar más programas sociales y con ello más votos, pero porque hacer otra cosa si esa ruta les ha servido.

Más allá de dudas y suspicacias es cierto que Morena y aliados arrasaron, quedó  claro que la gente quiere otras opciones y que no comparte las visiones que el Frente ofrecía.

El PRI ya no da más y el PAN debe replantear su rumbo. El PRD ya no existirá y la legitimidad dada por el INE a la Coalición Sigamos Haciendo historia es innegable.

Por ello, alambreado o no (ese retraso de las mayorías calificadas deja muchas dudas) queda diáfano que la gente los respalda. En mucho porque el gobierno ha explotado brillantemente la polarización entre ricos y pobres, que, si bien se ha acrecentado la pobreza, este 2 de junio nos enseñó que el asistencialismo es un elixir para conseguir votos. Además, la gente entiende que si sigue existiendo mucha desigualdad no es culpa de MORENA sino del PAN y PRI que no la desterraron.

El discurso oficial es demagogia pura sin duda, pero el frente leyó mal, si bien es cierto que a las clases medias les ofende que diga que con un par de zapatos la hacen, también los es que muchos más estarían felices si tuvieran al menos un par. Y ese discurso lo validaron 33 millones de mujeres y hombres, nos guste o no.




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