CLASE MEDIA ATACADA

Por Eduardo Macías Garrido

El Presidente de la República en forma incomprensible y, sobre todo,  injusta, se lanza al ataque de las clases medias. Indicó que históricamente la clase media manipulada también apoyó el golpe de estado de 1973 en Chile contra el presidente Salvador Allende.

No acabo de entender el porqué del ataque y menos de la comparación. Se le olvida al mandatario que gracias a esta clase media, que hoy critica en forma virulenta, él llegó a la presidencia con el triunfo histórico que obtuvo en 2018, con un porcentaje de votación del 53%.

Nunca son tiempos de confrontación, pero menos hoy donde lo que se requiere es tender puentes para construir una mejor segunda mitad de sexenio. Se requieren más manos, más suma de voluntades y menos ataques y divisiones.

Después de unas elecciones donde MORENA perdió presencia en la CDMX, no sirve de nada voltear a buscar culpables en todos lados, cuando a la mejor no hay que ir muy lejos.  

La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum,que ha venido trabajando con seriedad y responsabilidad, tuvo que lidiar en la pandemia con un locuaz y disparatado doctor Hugo López-Gatell, que nunca atinó a decirnos cuándo comenzaba el pico de la pandemia, además de insistir en que el cubrebocas no servía de mucho.

El que no estén llegando medicamentos para el tratamiento del cáncer de niños con este terrible padecimiento, y muchas familias mexicanas y concretamente en la CDMX, se sientan agraviadas, tampoco es culpa de la Jefa de Gobierno, es una responsabilidad federal. Y así podría enumerar otras tantas que han molestado y lastimado a muchos mexicanos, sin importar su clase social.

La OCDE define a la clase media como las personas que reciben percepciones de entre 75% y 200% del ingreso nacional mediano. Es decir, lo que diferencia a una clase social de otra es el nivel de ingresos, los servicios a los que se tiene acceso o el residir en una zona exclusiva.

En este sentido, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ha señalado que el 39.2 por ciento de la población es a la que pertenece la clase media. En contraste, solo el 1.71 por ciento de la población se considera clase alta.

Pero más allá de estas clasificaciones, no importa la clase a la que pertenezcamos, en una tragedia como la del accidente del METRO, se lastima a todas las clases sociales por igual. Y después con respuestas y actitudes como la de que solo es la directora general del METRO, se agrava más la situación.

Es una muy mala apuesta confrontarse con la clase media, y con cualquiera, al final de cuentas todos son mexicanos que salen desde muy temprano y regresan muy tarde para cubrir las necesidades de sus familias.

Ojalá que el presidente se serene y se dé cuenta de que no es un problema de manipulación hacia nadie, ni de buscar culpables donde no los hay. Al contrario, hay que comunicar en forma más eficiente los logros de gobierno, trabajar para todos los mexicanos y no solo para los que votaron y lo siguen haciendo por el partido en el poder.

Ya pasaron las elecciones, ahora es tiempo de cerrar filas al interior de MORENA y del propio gobierno, ser capaces de hacer una autocrítica que permita mejorar las cosas, si es que siguen pensando que pueden ganar en 2024.  

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YA ESCOGIÓ

Luis G Sánchezcaballero Rigalt.

“Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema.”

Winston Churchill

MORENA hoy tiene la mayoría en la cámara y la mitad de las gubernaturas, sin embargo, caló hondo el fracaso estrepitoso en la Ciudad de México y en el Estado de México, circunstancia por la que el amado líder inicio la búsqueda de culpables a fin de allanar el camino para las elecciones estatales del 2023 y las federales de 2024 (donde si cumple su palabra nos habremos librado de él, una vez que deje su mandato).

Empezaron los reproches y los reclamos, la victimización a todo lo que da, filtraciones de peritajes de obras fallidas, acusaciones de traición y desde luego la inminente conclusión de que todos son culpables menos nuestro prócer.

Como consecuencia de la purga corrió a su otrora incondicional Irma Eréndira y de manera sorpresiva se anunció la renuncia del antes poderosísimo operador de los Siervos de la Nación, Gabriel García, para volver al Senado.

Esta última puede tener dos lecturas: la primera, al parecer el joven García extralimitó su poder con cierto personaje de la Ciudad de México, por quién el marido de Beatriz siente una proclividad a toda prueba, a quién según fuentes periodísticas contrarias al régimen indicaron que le exigió incorporar como funcionarios en su gabinete a dos candidatos que pretendían reelegirse como compensación por la derrota, al tiempo que ello implicaba responsabilizarla del fracaso en la capital de la república.

Lo cual, evidentemente despertó la furia de la némesis de las clases medias y le exigió la renuncia; la otra, es que ante el advenimiento de otros indeseables que hoy ocupan un escaño en la Cámara Alta al gabinete de la CDMX, el falso mesías (como insidiosamente y sin sustento le llamo ese pasquín llamado The Economist) pretenda ponerle una sombra a Ricardo Monreal para cuidarle los pasos y que le reporte en tiempo real.

Por cierto, suple a García con un neófito en la administración pública, con propiedades y cuentas bancarias en EE. UU. (según sus propios dichos encuadra en las clases medias aspiracionistas) pero con la gracia del visto bueno del segundogénito.

Colocar a un incondicional del hijo que se llama como él, lo hace con la idea de repetir el éxito del 2018, donde según ellos, gracias a su magnífica operación consiguió el triunfo (circunstancia desmentida a la luz de los recientes resultados en el antiguo D.F.).

También, el amado líder como parte del control de daños, mantuvo una reunión privada con carácter público con el millonario Carlos Slim, a quién las filtraciones y el golpeteo por la sucesión presidencial lo rasparon al señalar a su empresa como responsable de construir el tramo que colapsó en la Línea 12 del metro, teniendo ese encuentro como resultado una desaparición de poderes de facto en la Ciudad de México, ya que la información sobre el accidente solo la dará el primo de Felipa. Pero al tiempo desliza sus querencias hacía quien es ya su candidata para sucederle.

Y eso confirma lo que aseguramos en esta columna respecto que MORENA perdió, ganando (véase https://pressingpolitico.wordpress.com/2021/06/08/la-ciudadania-y-las-urnas/), cualquiera imaginaría que con 202 legisladores y ganado 11 de 15 gubernaturas en disputa, el adalid de la CUATROTE sería feliz como lo aseguró, aun así, ya se dio cuenta de que ya no mueve los hilos y el partido no es solo de él.

Adelantar la designación de la sucesión, que en los hechos ya ocurrió, la lleva al cabo como una demostración de fuerza, no obstante, lo hace como todo lo que ha hecho en este gobierno, llevado por el enojo, el deseo de venganza, su permanente necesidad de ser el centro del mundo y con la habitual falta de planeación-

Si por sucesión entendemos el proceso por el cual el partido o el presidente en ejercicio llevan a cabo la nominación de su candidato presidencial, esto al menos para AMLO ya ocurrió.

Sin duda, el análisis de la sucesión presidencial nos provee información sobre el comportamiento interno de los partidos; la relación entre elites partidarias y candidatos; entre candidatos y electores y sobre el liderazgo partidario. Que con base en los resultados del 2021 parece no acompañar la decisión del peor vendedor de aviones del mundo.

Está claro que para que una sucesión presidencial sea exitosa, debe considerar la adopción de determinadas reglas, para promover diferentes comportamientos tanto de las elites como de los votantes, para afectar la estructura y orientación de los electores.

La forma en que el candidato presidencial es seleccionado resulta clave cuando se trata de definir la mejor estrategia para retener la titularidad del ejecutivo, que es ciertamente la meta a la que aspira todo partido político.

La racionalidad detrás del proceso de designación es clave para entender el funcionamiento de los partidos políticos, y expresa las intenciones de quienes lo deciden.

El hermano de Pío conoce perfectamente que características precisas de quien quiere que le suceda, por lo mismo manda mensajes para disuadir a aquellos que tengan aspiraciones, legítimas o no. La decisión debe tomarla él que para eso fundó su partido. 

La virtud política, como sostenía Maquiavelo, es distinta a la moral y para ella es importante querer el poder, pero no solo ganarlo, sino y casi más importante, conservarlo y si es posible acrecentarlo.

Pese a todo, con su apresuramiento, lejos de calmar las aguas acelera la fractura y el desprendimiento de grupos importantes al interior de MORENA, desquebraja los acuerdos con los partidos aliados y allana el camino de la oposición.

Si bien es cierto, Don Andrés es un líder, también lo es que no es buen operador político, sigue abriendo frentes y su planteamiento de cómo transformar este país ya no la compran muchos de sus correligionarios.  

Ha dejado más que claro que su proyecto es personal y ante la muy improbable posibilidad de la aprobación de una reforma constitucional para su reelección ya escogió a su remplazo para instituir su Maximato, pero ojo, esto no significa que para el resto de su partido ya lo sea.

SOLIDARIDAD EN LA LÍNEA 12

Por Eduardo Macías Garrido

La solidaridad es uno de los más altos valores humanos, y se demuestra con el apoyo a las personas, sobre todo, en momentos difíciles.

Es esta toma de conciencia de las necesidades ajenas y la voluntad de ayudar para cubrir las mismas. Es un valor que se debe enseñar tanto en el ámbito familiar como en la escuela.

El presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus mañaneras, declaró que la jefa de gobierno cuenta con todo su apoyo, con todo su respaldo. ¿Y las víctimas?

Está bien que se solidarice públicamente con la jefa de gobierno, pero primero lo tendría que hacer con las víctimas y familias de tan lamentable tragedia.

No es un asunto que se deba abordar desde un punto de vista político. Por eso es comprensible que Claudia Sheinbaum ya no quiera hablar del tema cuando le preguntan qué opina de comentarios fuera de lo que es la atención a las víctimas de la tragedia o la puesta nuevamente en marcha de la Línea 12 del Metro.

En algo sí tiene razón el presidente, como buen político que es, hay quienes se quieren aprovechar de la tragedia para amarrar navajas entre el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de gobierno.

Al puro estilo de la democracia mexicana, ya se habla de sucesión presidencial, cuando todavía faltan tres años para que concluya la presente administración. Y como es normal en México, hay muchos inquietos en el medio político.

Hoy hay que actuar con solidaridad como lo hace Claudia Sheinbaum. Apoyar a las familias de las víctimas, por eso informó que se entregó un apoyo emergente de 50 mil pesos y que se les dará apoyo integral a partir de la Ley de Víctimas para la Ciudad de México.

Además, como ya se demostró, se está trabajando en conocer con precisión las causas del accidente, ya que es un acto necesario para brindar justicia a las víctimas.

La mandataria local incluso ha hablado por teléfono con algunos de los familiares de las víctimas, independientemente de que puso a su disposición números telefónicos para atenderlos en sus demandas.

Por otra parte, informó que será instalado un comité técnico para reforzar y rehabilitar la Línea 12 del Metro, el objetivo es que se pueda operar lo más pronto posible en condiciones de máxima seguridad.

El comité de rehabilitación estará conformado por especialistas en ingeniería estructural, sísmica y de reforzamiento de estructuras, peritos certificados como Sergio Alcocer, Bernardo Gómez González, Raúl Jean Perilliart, Juan Manuel Mayoral Villa, Rubén Alfonso Ochoa Torres y José María Riobóo.

En fin, que lo que hoy hay que hacer es mostrar sensibilidad y solidaridad con las víctimas, y no caer en juegos obscenos y mezquinos de personajes grises que lo único que quieren es jalar agua a su molino.

Hoy, no es importante si Grupo Carso perdió 3,144 millones de pesos en un día con motivo de la conferencia de prensa, donde la jefa de gobierno dio a conocer el dictamen preliminar.

Lo importante hoy es atender y acompañar a las víctimas, solidarizarse con ellas en su dolor. Trabajar en hechos concretos que nos lleven a una atención eficaz y oportuna a las necesidades de los afectados, sea económica, psicológica y moral, así como una pronta puesta en marcha de la Línea 12 del Metro en forma segura.

Y a los oportunistas quiero recordarles que faltan tres años para la sucesión presidencial.

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EL DISCURSO DEL REY

Luis G Sánchezcaballero Rigalt

“Los discursos sin contradictor en realidad no son sino sermones; sermonear es más fácil que discutir, porque es solo dogmatizar”.

Conde de Romanones

Ante la crisis interna que vive el partidazo que dirige el amado líder, derivada del fatal accidente de la línea 12 del metro, (cuya confrontación ya anticipábamos en esta columna véase https://pressingpolitico.wordpress.com/2021/05/09/las-consecuencias/), y que los tiene bailando al ritmo de Bernabé le pegó a Muchilanga y al de mamá te juro que yo no fui.

El prócer cuatroteista fiel a su costumbre de malabarismo verbal, se lanza contra todo y contra todos y amenaza con presentar 3 reformas constitucionales que le faltan, entre ellas la del INE, ya que según él se requiere “Una reforma electoral para que de verdad haya independencia en todo el proceso de las elecciones, que no domine el conservadurismo, que haya democracia, porque durante mucho tiempo se han inclinado, los que deberían de actuar como jueces, en favor de los grupos de intereses creados, entonces, tenemos que buscar la forma de que quien coordine las elecciones sean gente inobjetable demócrata, se los dije a los empresarios”.

También quiere acabar con los diputados de representación proporcional y sellar su pacto con los militares al pasar a sus filas a la guardia nacional.

Lo anterior no debería sorprender a nadie, el marido de Beatriz no va a cambiar su discurso, porque aunque parezca que no ha dimensionado que una oposición moralmente destruida y sin cuadros relevantes, junta le movió el tablero, lo tiene claro y sabe que le puede quitar la presidencia, aun cuando prosiga con su postura inamovible de líder que todo el pueblo ama.

Su apuesta es conservar su base dura y fracturar a la oposición para que la CUATROTE perviva en el tiempo, aun y cuando sus presidenciables se coman vivos entre ellos y el pacto con sus partidos aliados se desmorone.

Sabe que para lo anterior ocurra no puede moverle una coma a su discurso, obtenido del manual populista que aconseja al líder la continua referencia a los enemigos del pueblo bueno para legitimarse ante sus seguidores.

Entiende perfectamente que la idea central de los gobiernos populistas es crear una sensación de satisfacción ficticia en la ciudadanía, con el objetivo de lograr una relación de este bienestar con los gobernantes que se la han otorgado.

Para alcanzar ese objetivo, va a continuar aplicando sus políticas en donde dilapida los recursos del país sin importar si el aporte efectuado por el Estado implica una retribución de parte de las personas que lo reciben y si las mencionadas erogaciones superan a los recursos generados por el país. ( si ocurre no aumentará impuestos pero endurecerá las maneras de cobrarlos).

La andanada contra la clase media no es una ocurrencia o una calentura del momento, tiene claro que su discurso populista sigue pautas implacables e inamovibles.

No puede permitirse el no acusar de todos los males al neoliberalismo, los criminales de cuello blanco, los enemigos de la patria, los medios, los mercados.

Debe seguir narrando un escenario de dolor, de los conservas contra los liberales (aunque él sea más conservador que los que acusa) en el que usa su exacerbado coraje por las injusticias del pasado (para no tener que asumir las del presente) para envolverse en la bandera de héroe para salvarlo todo. Atizará en decir atrocidades para que sus enemigos (perdón, adversarios)  respondan a la provocación con otras barbaridades.

Es claro que el amado líder no tiene las respuestas, pero siempre planteara de tal forma las preguntas que ante los suyos las vuelve legítimas.

Seguirá sin preocuparse por cuidar las formas, no le interesa que en democracia se debe de avanzar en temas sin atropellar a los oponentes. Su discursos durante los próximo años seguirá sobre la tónica de que las desigualdades no pueden seguir creciendo, que las políticas de los de antes sólo sirven para destruir empleos y el bienestar del pueblo y que la transformación va.

Y si bien es cierto que es propio de los populistas, –especie en la que encuadra con creces el oriundo de Macuspana-, la utilización de mensajes dirigidos a cualquier otra parte del cuerpo distinta del cerebro, desafortunadamente para los contrarios a su causa también lo es; que vivimos en una sociedad donde se acepta con normalidad la venta de ideas de gobierno como si fueran productos (si no acuérdense de quien ganó la gubernatura de Nuevo León) donde hace tiempo la deliberación y el debate han cedido todo el protagonismo a las técnicas de mercadotecnia, y de ahí que el papá de Jesús Ernesto no tenga la menor intención de cambiar un discurso que aunque anacrónico y nada propositivo todavía cautiva muchas conciencias.

LA OEA Y EBRARD

Por Eduardo Macías Garrido

La Organización de los Estados Americanos (OEA) tiene como una misión dentro de los preceptos del instrumento de creación que la rige, el lograr que los Estados miembros convivan en paz, mediante la mutua comprensión y el respeto a la soberanía de cada pueblo, así como el mejoramiento de todos en la independencia, en la igualdad y en el derecho.

Incluso, el artículo 2, inciso b) de la propia carta de la OEA, establece como uno de los propósitos esenciales del organismo internacional, el promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención.

Parece que estos preceptos no le importan, no creo que no los conozca su secretario general, Luis Almagro Lemes, quien, por cierto, fue reelegido para un segundo mandato el 20 de marzo de 2020.

Violentó flagrantemente uno de los principios básicos de la organización este abogado y diplomático uruguayo, al inmiscuirse en asuntos internos precisamente unos días antes de las pasadas elecciones en nuestro país.

La tragedia con motivo del accidente sufrido en la línea 12 del Metro es un asunto que está siendo investigado por las autoridades competentes de nuestro país, y hasta que estas no determinen a los responsables, todo lo demás son meras especulaciones.

Así que el declarar por parte de Almagro que le desea a Marcelo Ebrard que, como exjefe de gobierno de la Ciudad de México, ninguna obra más que él haya hecho se derrumbe, es un acto mezquino y fuera de lugar.

Lo hemos dicho en este mismo espacio y dentro de la cátedra de derecho internacional público en la Universidad Panamericana, el gobierno de México, a través de su canciller, ha actuado de manera impecable en las decisiones que se han tomado dentro del seno de la OEA, siempre apegado a los principios que rigen en la materia desde hace mucho tiempo en nuestro país.

En este caso, como en el de Venezuela y Bolivia, Almagro siempre ha actuado de forma muy extraña, por decir lo menos. Por el contrario, México y su canciller se han ceñido a la Doctrina Estrada, vieja práctica diplomática que guía la política exterior mexicana.

Esta es una política exterior de no intervención que ha sido la norma de oro que ha orientado a México durante la mayor parte del siglo XX. Una doctrina que, si en algunas ocasiones se ha dejado de lado, ha sido motivado por cuestiones políticas.

El señor Almagro no entiende que la política exterior mexicana es una de respeto a la independencia y autonomía de los Estados con los que México se relaciona, es decir, respeto a la idiosincrasia, a la forma como deben organizarse internamente, a la manera como cada pueblo escoge sus formas de gobierno.

Este presupuesto de la Doctrina Estrada rechaza tajantemente todo tipo de injerencia en asuntos internos. Lo que está haciendo es establecer una forma de defensa en contra del intervencionismo, en contra de gobiernos extranjeros que eventualmente quisieran intervenir.

La injerencia sobre asuntos internos suele ser un preludio de la intervención. Así que señor Almagro, ocúpese de los asuntos de su competencia dentro de la OEA y en el margen del estado de derecho.

No venga a opinar sobre asuntos que solo les competen a los mexicanos, y mejor ocúpese de su tarea como secretario general de la OEA, que dicho sea de paso, le ha quedado bastante grande.

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LA URGENTE NECESIDAD DE ESTABLECER UNA AGENDA POLÍTICA

Luis G Sánchezcaballero Rigalt.

“¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes, sino en disminuir tu codicia.”

EPICURO DE SAMOS

Después de declararse sumamente feliz por los resultados electorales y presumir que convencerá al PRI de sumarse con él para lograr la mayoría calificada, nuestro amado líder volvió a las andadas en eso que mejor sabe hacer, ponerse a polarizar, criticando a las clases medias que ya no votaron por él.

Primero, atacó a este segmento poblacional por darle la mayoría de alcaldías al bloque opositor, asegurando que la Ciudad de México se está volviendo conservadora, -su mayor insulto para pintar la raya de los suyos contra los otros-, para luego en una joya de declaración decir “Estas personas, con estudios de licenciatura y maestría, es muy complicado convencerlas de su movimiento, pues tienen hábitos que les impiden ver las modificaciones que hay en el país desde que llegó como jefe del Ejecutivo Federal.«

“Ese es para decirle: siga usted su camino, va usted muy bien, porque es una actitud aspiracionista, es triunfar a toda costa, salir adelante, muy egoísta. Ah, eso sí, van a la iglesia todos los domingos, o a los templos, y confiesan y comulgan para dejar el marcador en cero y luego el domingo, de nuevo lo mismo”.

Esta última declaración demuestra el momento que pasa la política en nuestro país, o compras voluntades con programas sociales o -como ocurrió con la oposición- atacas al régimen para obtener votos, ambas circunstancias trágicas para el futuro de México.

El presidente no cambia y no se da cuenta de que lo que urge es una agenda política seria, con propuestas planes y proyectos, no eventos aislados y electoreros. La sociedad ya no quiere que la mayor política pública sea deshacerse de un avión que no tiene ni Obama (que ni siquiera ha podido hacerlo) y volver museo los Pinos.

Por su parte la oposición necesita definir una agenda común que les permita aumentar lo ganado, si bien juntos vuelve muy cerrada una elección presidencial, no deja de ser cierto que, si en los hechos empiezan cada uno, a jalar agua para su molino, no lograrán apuntalar un bloque opositor con posibilidades de contender y lo ocurrido en el 2021 será una bonita anécdota.

Hay que replantear el modelo de país al que se aspira priorizando las convergencias y acortando las diferencias.

Es imposible no detenernos a reflexionar sobres los «grandes planes políticos» y sus fracasos, como la crisis fiscal, la austeridad, la obra pública sin planes ni proyectos. La falta de una política pública que evite la desincentivación del trabajo y la inversión, las prácticas clientelares, sin duda que empiezan a ahondar como elementos para una crisis del Estado.

Los problemas pueden ser definidos desde fuera o desde dentro del aparato estatal, pero siempre los actores sociales involucrados lo deben percibir como tal.

Por lo tanto, no cualquier necesidad (sobre todo personal) debe convertirse en problema, solo aquellas que son interpretadas como tal por la mayoría de los actores sociales.

Por ello, la misión de los actores políticos consiste en imponerlas al interés común, y transformarlos en una agenda pública. Por lo tanto, los problemas que entran en la agenda política, es el resultado de las relaciones de fuerza, de las luchas y las contradicciones sociales entre los actores involucrados y de ellos con el Estado, lo que abre, posterga o excluye el ingreso de un problema socialmente relevante a la agenda del Estado.

Sin duda la correlación de fuerzas obliga a practicar la política en su más amplio sentido, la manera de plantear el problema debe ser instrumental, es decir que posibilite la intervención para la mejora. Implica ligar la definición del problema con la toma de decisión.

Es claro que cuando los problemas, (ahí radica el dilema, ya que unos no los ven, otros los ignoran y otros los crean), adquieren una relevancia social significativa y el Estado debe ocuparse de ellos porque, al formar parte de la agenda, pasan a ser cuestiones por resolver.

Lo que obliga a insistir en crear una agenda que esté conformada por cuestiones que entran dentro del espacio problemático real del país, es decir, de aquellos problemas a los que el Estado en diversos niveles y/o poderes debe prestar atención.

El intercambio de ideas y propuestas de los actores que pueden ser compartidas o no, se da por el discurso, visto como la herramienta que permite dicha interacción y por lo tanto da lugar a la toma de decisiones acerca de los temas que serán abordados como una política pública dentro de una agenda.

Está claro que en México que las políticas públicas deben dar respuestas a crisis o problemas que se caracterizan como una situación colectiva en la se presentan contradicciones y rupturas, plenas de tensiones y desacuerdos, que hacen que los individuos y grupos desconfíen acerca de conducta que deben adoptar.

Ya que, en otras circunstancias la ciudadanía queda relegada o en suspenso o inclusive algunas veces, desfasada con relación a las nuevas posibilidades que ofrecen a sus intereses.

Es necesario que todos nos involucremos en proponer ideas que tengan como finalidad un cambio real, con una visión progresista, acorde a nuestro siglo, donde el respeto a la División de Poderes, al Estado de Derecho y a los Derechos Humanos sea inclaudicable.

¿Y AHORA QUÉ SIGUE?

Por Eduardo Macías Garrido

Durante estas campañas intermedias los ciudadanos vimos y padecimos de todo. Desde candidatos acusados de delitos graves como violación, atentados y asesinatos de muchos de ellos, así como el famoso “chapulineo” y declinaciones a conveniencia de las tendencias del momento.

Independientemente de los resultados, la verdad es que falta mucho nivel en todos los partidos, pero también falta compromiso de algunos ciudadanos para analizar con seriedad tanto las propuestas como los perfiles de los candidatos.

Esto ya pasó, ya no es tiempo de seguir con descalificaciones y dimes y diretes, es momento de ponerse a trabajar y construir cada uno desde su responsabilidad un México mejor.

Los partidos políticos como en otras ocasiones quedaron a deber, tanto en programas y propuestas como en la selección de candidatos. Ahora que se pongan a gobernar y que se preparen mejor para el 2024.

Por su parte, el votante ahora tendrá mucho tiempo para analizar durante los próximos años si su representante en la Cámara de Diputados, su gobernador, su alcalde, su síndico cumple o no con los programas para los que lo eligieron.

Si es así, seguramente volverán a ser votados por sus electores, si no lo es, pues que no le vuelvan a otorgar su voto, pero mientras tanto, todos a trabajar.

Fueron unas elecciones competitivas, lo cual es igual a sistemas democráticos, por el contrario, a elecciones no competitivas, sistemas totalitarios.

Todos los electores tuvieron la oportunidad de elegir libremente en las urnas por quién votar. Fue su momento para decir estoy de acuerdo con lo que se viene haciendo o quiero un cambio de rumbo, pero al final del día fue su decisión.

Así que independientemente de los estudios y análisis que se hagan del comportamiento del electorado, lo realmente importante es seguir adelante para avanzar hacia un México mejor. Que cada uno asuma la responsabilidad de su voto, el cual es libre y secreto. Al final, cada uno tiene lo que se merece.

De ahí el refrán popular de que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Como toda moneda tiene dos caras: la calidad de la democracia y la calidad de la ciudadanía.

De esta manera que cada uno asuma su responsabilidad. Se nos dieron los elementos y condiciones para elegir libremente a nuestros gobernantes por los próximos años. Cada elector en examen de conciencia eligió lo que cree que le conviene más a él, a su familia y a su país.

Como en toda contienda hay ganadores y perdedores, algunos presentarán las impugnaciones correspondientes con o sin razón, pero esa es parte de la vida poselectoral y democrática de México.

Lo importante hoy es ver hacia adelante, tener visión de fututo y ponernos a trabajar para construir rumbo al 2024 un México mejor. Los que perdieron deben analizar dónde están sus errores, los que ganaron no deben, como pasa muy frecuentemente, defraudar a su electorado, y los ciudadanos a pensar y repensar qué esperan como Nación para ellos y para sus hijos.

México es una gran Nación, siempre sobreponiéndose a grandes tragedias y calamidades, hoy debemos vencer la polarización y dejar atrás un proceso que en las urnas ya concluyó, ahora a tener visión de altura para reconocer y trabajar en lo que sigue.

Desde este espacio un reconocimiento al Instituto Nacional Electoral, parte fundamental de la presente elección.

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LA CIUDADANÍA Y LAS URNAS

Luis G Sánchezcaballero Rigalt

“El papel del ciudadano en nuestra democracia no acaba con el voto.”

 BARACK OBAMA

La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se debe expresar mediante elecciones auténticas celebradas periódicamente, por sufragio universal y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

El ejercicio de la ciudadanía se encuentra así articulado con regulación y control de El Estado y con la posibilidad de incidencia directa en la elección de sus representantes.

En una democracia participativa y no solo representativa, son las mismas sociedades que tienen el poder de tornar efectivas las decisiones del Estado, de lograr ejercer los mecanismos de control y de construcción de políticas públicas a nivel local y global.

El 6 de junio de 2021, en materia de elecciones, resultó importante para México, porque todos los actores participantes en nuestra democracia; gobierno, grupos de poder, grupos de presión y la ciudadanía organizada, tuvimos una participación, apegada a las reglas del juego en un marco de equilibrio, de plena sintonía y con un balance equitativo.

La ciudadanía de manera copiosa decidió salió a ejercer su voto en un ambiente de clara polarización, en una elección marcada por dos grandes grupos que de acuerdo con los resultados obtenidos está evidentemente dividida y que se puede agrupar en proamlos vs antiamlos.

Si bien, Morena conserva su estatus de primera fuerza, y quizá pudiera resultar exagerado quitar merito a la votación obtenida con 10 y quizá 11 gubernaturas obtenidas lo que hace gobernar la mitad del territorio nacional, también es cierto que lejos está de ser el gran vencedor,

Tendrá de 190 a 203 diputados, cantidad que no le conceden la mayoría, aunque algunos dan por descontado que los aliados sumarán sus votos y obtendrán la mayoría simple.

Esto no es del todo cierto, ya que previo a la elección el Partido Verde sugirió revisar la alianza y el Partido del Trabajo aun no olvida la afrenta con Mario Delgado de no permitir a Gerardo Fernández Noroña presidir la mesa directiva de la Cámara, así que, con todo respeto para varios opinologos, Morena no tiene la mayoría calificada, López Obrador no tiene un cheque en blanco y tendrá que hacer algo a lo que no está acostumbrado; hacer política.

Deberá cicatrizar las heridas con sus aliados que se sienten maltratados por las formas de sus personeros y eso deja en el aire la interrogante.

La alianza presidencial ya no es una condicionante para jalar juntos, el hombre que se llenó la boca por sus 30 millones de votos en esta elección perdió la mitad, luego entonces sí es una derrota considerando la proyección de ser un partido hegemónico, con un presidente con altos índices de popularidad y que dice que el pueblo lo respalda y por eso se envalentona con una revocación. Es indudable que gana perdiendo.

Para agravar la situación, su bastión más importante, la Ciudad de México, le fue arrebatado. Este último caso es digno de un particular análisis, ya que Morena demostró que una vez que ascendieron al poder la polarización que es práctica común de su líder supremo, le paga factura en las urnas, lo que deja evidenciado que hay 2 bloques durísimos y uno de ellos puede complicarle la revocación de mandato al prócer

Esta claro que en la CDMX la pandemia no le vino como anillo al dedo a la 4T. Las clases medias que generalmente aprovechan estas épocas para vacacionar ahora decidieron que en lugar de estar en casa saldrían a votar, con los resultados que ya todos sabemos y que pocos esperábamos.

Lo ocurrido en la CDMX, su fortificación histórica y donde opera su hijo Andrés Manuel Jr., y el Estado de México que opera José Ramón López Beltrán, también lo pierde. Nadie lo discute; Morena es la primera fuerza de este país, pero demostró que no es un partido hegemónico.

Insisto su mayoría está comprometida, está obligado a hacer acuerdos con el PVEM y el PT tanto en la Cámara de Diputados Federal como en el Congreso de la Ciudad de México, partidos que no están contentos por cómo se construyó la coalición.

Esto pronostica que los próximos tres años, para este gobierno, no será un día de campo para el amado líder y ya nadie podría atreverse a asegurar la continuidad de Morena en la presidencia el siguiente sexenio.

Quien no entienda el mandato de las urnas está destinado al fracaso y esto va para el gobierno y su partido, así como para la oposición. Las demandas en la calle, en las redes sociales, en los medios de comunicación son de más apertura y libertades, no a los paternalismos de antaño. Las demandas de las mujeres que ayer no se quisieron escuchar hoy se expresaron con estruendo en las casillas. La demanda por empleo, inversión y una mejor gestión de la pandemia ahora se expresaron en votos.

Quien no escuche, quien no entienda, quien crea que lo que la sociedad demanda puede ser ignorado, puede empezar a cavar su tumba política. Este es el signo de los nuevos tiempos. Estos son los símbolos de la democracia.

El país demanda justicia, no venganza. Políticas sociales, no dádivas electorales. Trabajo digno y bien remunerado, no dineros a cambio de nada. El país quiere que las mujeres sean libres y seguras, no ignoradas y usadas para justificar falsas cuotas de género. En resumen, el país quiere gobernantes, estadistas, no coordinares de eternas campañas electorales.

Concluyó la elección, toca ahora a los elegidos entender, estudiar y comprender el mandato actuando en consecuencia. De no ser así se los recordarán en la siguiente elección y en otra y en otra, hasta que se logre entender que, como dicta la constitución, la soberanía reside en el pueblo y ya sabe cómo hacerlo.

Para concluir, es necesario aclarar que el rostro del país, desde el 2000, lo siguen definiendo los ciudadanos de acuerdo con sus gustos con premios y castigos. No se trata de escudarse para justificar sus derrotas en guerra sucias y campañas de descrédito.

Quién no lo entienda es que no sabe de qué trata la democracia

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SHEINBAUM Y LAS VACUNAS

Por Eduardo Macías Garrido

La jefa de Gobierno fue vacunada hace unos días con la primera dosis contra COVID-19, durante la jornada de vacunación en la capital a personas de 50 a 59 años.

Acudió al centro de vacunación localizado en la Escuela Nacional Preparatoria 5 de la UNAM. Se le aplicó la vacuna de la farmacéutica Pfizer.

Pero no es la única vacuna que se ha puesto la doctora Sheinbaum, durante su gestión se ha tenido que vacunar contra las incongruencias e ineptitud de López-Gatell, por ejemplo.

Ha manejado hasta la fecha la pandemia con pulcritud, seriedad y en una forma por demás destacada en una ciudad muy complicada por su densidad poblacional. Mientras Gatell se paseaba de vacaciones en playas mexicanas y en la Ciudad de México sin vacunarse y sin cubrebocas, la doctora Sheinbaum no solo gobierna con el ejemplo, además presenta todos los viernes un informe puntual en forma seria y profesional.

De igual manera se vacunó contra la inseguridad que se disparó a finales de la administración anterior. En los últimos meses la incidencia delictiva se redujo hasta un 50% en delitos de alto y bajo impacto.

El actual secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX (SSC), Omar García Harfuch, ha llevado a cabo detenciones de personas responsables de delitos de secuestro, homicidio, extorsión, cobro de piso, despojo de propiedad y robo, debilitando a organizaciones delictivas de alto impacto en la ciudad.

Sheinbaum se vacunó también del anterior titular de la SSC, el predecesor de Harfuch, Jesús Orta Martínez, y sus aparentes malos manejos y tropelías.

Se vacunó también contra la parálisis económica en la capital, debido al cierre de establecimientos mercantiles por la pandemia. Así que la jefa de Gobierno presentó el Plan de Reactivación Económica para el Bienestar de la Ciudad de México, que contempla una inversión de 76 mil 267 millones de pesos en obras públicas y privadas para generar hasta 987 mil 183 empleos directos e indirectos.

En materias de movilidad se vacunó contra la inoperancia y el corporativismo de administraciones anteriores. Implementó la Tarjeta de Movilidad Integrada, la adquisición de 193 nuevos trolebuses y 297 autobuses RTP, hasta el proyecto para modernizar la línea 1 del Metro, así como la construcción de las líneas 1 y 2 del Cablebús.

Ahora muy probablemente se tendrá que vacunar contra la soberbia, arrogancia y constantes errores de la actual directora general del Metro.

En fin, que la jefa de Gobierno ha tenido que desempeñar una labor sobresaliente, vacunándose contra los vicios que aquejaban a la capital como son la corrupción, la frivolidad y la falta de trabajo serio en muchas áreas de gobierno.

Hoy se ven avances sustanciales, mejoría en muchos servicios en la capital y, sobre todo, una mujer con sensibilidad, empática con la gente y comprometida con los habitantes de la capital. Alejada de los reflectores y de los anuncios estridentes de otros tiempos.

Así que no solo se le debe aplaudir a Claudia Sheinbaum la organización de la vacunación ejemplar en la ciudad, sino las otras vacunas de las que poco se hablan pero que, en el corto, mediano y largo plazo presentarán efectos favorables en los capitalinos.

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