Luis G Sánchezcaballero Rigalt
“Los discursos sin contradictor en realidad no son sino sermones; sermonear es más fácil que discutir, porque es solo dogmatizar”.
Conde de Romanones
Ante la crisis interna que vive el partidazo que dirige el amado líder, derivada del fatal accidente de la línea 12 del metro, (cuya confrontación ya anticipábamos en esta columna véase https://pressingpolitico.wordpress.com/2021/05/09/las-consecuencias/), y que los tiene bailando al ritmo de Bernabé le pegó a Muchilanga y al de mamá te juro que yo no fui.
El prócer cuatroteista fiel a su costumbre de malabarismo verbal, se lanza contra todo y contra todos y amenaza con presentar 3 reformas constitucionales que le faltan, entre ellas la del INE, ya que según él se requiere “Una reforma electoral para que de verdad haya independencia en todo el proceso de las elecciones, que no domine el conservadurismo, que haya democracia, porque durante mucho tiempo se han inclinado, los que deberían de actuar como jueces, en favor de los grupos de intereses creados, entonces, tenemos que buscar la forma de que quien coordine las elecciones sean gente inobjetable demócrata, se los dije a los empresarios”.
También quiere acabar con los diputados de representación proporcional y sellar su pacto con los militares al pasar a sus filas a la guardia nacional.
Lo anterior no debería sorprender a nadie, el marido de Beatriz no va a cambiar su discurso, porque aunque parezca que no ha dimensionado que una oposición moralmente destruida y sin cuadros relevantes, junta le movió el tablero, lo tiene claro y sabe que le puede quitar la presidencia, aun cuando prosiga con su postura inamovible de líder que todo el pueblo ama.
Su apuesta es conservar su base dura y fracturar a la oposición para que la CUATROTE perviva en el tiempo, aun y cuando sus presidenciables se coman vivos entre ellos y el pacto con sus partidos aliados se desmorone.
Sabe que para lo anterior ocurra no puede moverle una coma a su discurso, obtenido del manual populista que aconseja al líder la continua referencia a los enemigos del pueblo bueno para legitimarse ante sus seguidores.
Entiende perfectamente que la idea central de los gobiernos populistas es crear una sensación de satisfacción ficticia en la ciudadanía, con el objetivo de lograr una relación de este bienestar con los gobernantes que se la han otorgado.
Para alcanzar ese objetivo, va a continuar aplicando sus políticas en donde dilapida los recursos del país sin importar si el aporte efectuado por el Estado implica una retribución de parte de las personas que lo reciben y si las mencionadas erogaciones superan a los recursos generados por el país. ( si ocurre no aumentará impuestos pero endurecerá las maneras de cobrarlos).
La andanada contra la clase media no es una ocurrencia o una calentura del momento, tiene claro que su discurso populista sigue pautas implacables e inamovibles.
No puede permitirse el no acusar de todos los males al neoliberalismo, los criminales de cuello blanco, los enemigos de la patria, los medios, los mercados.
Debe seguir narrando un escenario de dolor, de los conservas contra los liberales (aunque él sea más conservador que los que acusa) en el que usa su exacerbado coraje por las injusticias del pasado (para no tener que asumir las del presente) para envolverse en la bandera de héroe para salvarlo todo. Atizará en decir atrocidades para que sus enemigos (perdón, adversarios) respondan a la provocación con otras barbaridades.
Es claro que el amado líder no tiene las respuestas, pero siempre planteara de tal forma las preguntas que ante los suyos las vuelve legítimas.
Seguirá sin preocuparse por cuidar las formas, no le interesa que en democracia se debe de avanzar en temas sin atropellar a los oponentes. Su discursos durante los próximo años seguirá sobre la tónica de que las desigualdades no pueden seguir creciendo, que las políticas de los de antes sólo sirven para destruir empleos y el bienestar del pueblo y que la transformación va.
Y si bien es cierto que es propio de los populistas, –especie en la que encuadra con creces el oriundo de Macuspana-, la utilización de mensajes dirigidos a cualquier otra parte del cuerpo distinta del cerebro, desafortunadamente para los contrarios a su causa también lo es; que vivimos en una sociedad donde se acepta con normalidad la venta de ideas de gobierno como si fueran productos (si no acuérdense de quien ganó la gubernatura de Nuevo León) donde hace tiempo la deliberación y el debate han cedido todo el protagonismo a las técnicas de mercadotecnia, y de ahí que el papá de Jesús Ernesto no tenga la menor intención de cambiar un discurso que aunque anacrónico y nada propositivo todavía cautiva muchas conciencias.