Luis Sánchezcaballero Rigalt
«Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento».
Nicolás Maquiavelo
Hoy será el tercer y último debate entre las candidatas y candidatos presidenciales, a partir de este momento seremos invadidos los próximos días por promesas de campaña para que ratifiquemos, modifiquemos o confirmemos el sentido de nuestro voto.
Tiempo en el que desafortunadamente seguiremos viendo y escuchando por parte del régimen que se sigue apostando al asistencialismo, a una visión de Estado que no es acorde con nuestros tiempos, que sin ningún recato pretenden el fortalecimiento del presidencialismo para menguar las capacidades de los otros poderes para seguir los designios de una sola persona, que hasta éste momento, por lo vivido, no necesariamente será quien ocupe el cargo.
Quizá para seguir intentando reivindicar que si son de izquierda pretenden aniquilar el Estado en la estructura actual para establecer una Burocracia Política o Buró Político como el de la entonces Unión Soviética.
También conocido como Politburó era el máximo órgano de gobierno y dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética. entre los años 1952 y 1966, se lo conoció con el nombre de Presídium.
Este organismo estaba compuesto por los principales miembros del Comité Central y funcionaba como la oficina política de aquel organismo. Sus miembros eran elegidos para dirigir el partido entre las sesiones del Comité Central.
El Politburó era responsable ante el Comité Central y sus miembros estaban sujetos a las directrices y control del mismo.
Hasta los años 80 el Politburó funcionó como el principal órgano de toma de decisiones y control sobre el Comité Central,
Definía y realizaba las principales políticas. Una vez tomada una decisión, esta era informadas al Comité, al Soviet Supremo y al Congreso del Partido para su cumplimiento.
El control que ejercía el Politburó sobre el gobierno era total, puesto que la totalidad de los puestos eran desempeñados por miembros del partido, por lo que se hacía valer la disciplina partidaria para dar cumplimiento a las órdenes e instrucciones.
Luego de las reformas políticas que vivó la URSS a principios de los años 80 el Politburó pasó a ser un órgano con influencia limitada en el Soviet y el gobierno, luego de transferir los poderes radicados en el Politburó al Parlamento (Soviet).
Esta pérdida de influencia aumentó luego de 1992 cuando más partidos políticos fueron permitidos en el sistema político soviético. Sin embargo, en la práctica era el órgano partidario (luego del Comité Central) que más poder tiene a nivel nacional y gubernamental a razón de que el PCUS siempre obtiene la mayoría absoluta en el Soviet y los presidentes y primeros ministros del país son del Partido Comunista.
Por otra parte, los otros candidatos, sí se han pronunciado por respetar la división de poderes, entendiendo que la legitimidad del Estado está dada por la primacía de la voluntad general sobre la voluntad particular de los gobernantes, cualesquiera que éstos sean.
Su servidor comparte lo que Rousseau establecía respecto que el principio sobre el que se construye el Estado es intocable, cambiando únicamente la Administración o el Gobierno.
Los fines del Estado son básicamente variables y diferentes entre uno y otro, y aun dentro del mismo ente estatal, entre una y otra épocas; en todo caso, tales fines los determina la parte dominante de la población, aun cuando haya alguna influencia de las demás; empero se pueden señalar como finalidades comunes de todo Estado.
Además de la de procurar su propia supervivencia mediante la satisfacción de las necesidades públicas, las de alcanzar el bien común, preservar el orden público, así como las libertades y derechos de sus habitantes, quienes a sacrifican una parte de ellos para asegurar el disfrute de los restantes; la de satisfacer las necesidades individuales de carácter general y la de atender al interés público.
El papel de las instituciones en las democracias ha sido ampliamente estudiado. Las instituciones forman parte del régimen democrático y son la forma en que opera un gobierno democrático.
Las Instituciones funcionan como contrapesos para los excesos de los gobernantes como límites que un poder tiene derecho a imponer sobre otro y derivan de la configuración de la forma de gobierno que adopta una nación.
En este tenor, los órganos constitucionales autónomos, marcan una línea en la evolución de las teorías sobre la división de poderes, en el entendido de que ahora son comprendidos como funciones del Estado.
La metáfora de la balanza y los pesos y contrapesos es muy clara. Si de un lado hay mucho peso en la balanza, para hacer contrapeso se requiere un peso exactamente igual del otro lado; solo de ese modo se logra el equilibrio o contrapeso. Además, el contrapeso tiene que estar suficientemente separado y ser autónomo del otro peso, para que se logre el equilibrio.
La metáfora de la balanza es la imagen de un sistema dotado de capacidad de autorregulación que asegura de forma automática la preservación del equilibrio entre sus elementos. Esta teoría llevará a una defensa de la libertad frente a un Estado intervencionista, con lo que el reloj, símbolo del despotismo ilustrado, se opone a la balanza, símbolo de libertad.
Este equilibrio hay que trasladarlo al esquema institucional, de manera que aquél puede lograrse. El sistema interno de gobierno y los poderes lo mantiene si logra un auto equilibrio, únicamente a partir de un diseño que lo induzca a ello.
Por ello, aunque algunos intenten denostarlo y pisotearlo, el concepto de Estado de Derecho es un concepto político que debe preservarse ya que busca una forma de organización de la vida social. Es, también, un concepto fuerza, pues arrastra los anhelos políticos y se utiliza para luchar contra lo ilegítimo.
Consiste en aquel Estado en el que el ordenamiento jurídico ha sido creado racionalmente, siendo, por tanto, un «estado de la razón» y, como tal dominio de la razón, no cabe el imperio de la fuerza.
La razón requiere de tres principios: libertad, individualidad, igualdad ante la ley y autonomía de cada individuo. El derecho de la comunidad debe garantizar la libertad y propiedad de los ciudadanos, promover el desarrollo de los ciudadanos.
El Estado de Derecho tiene, por eso, un marcado matiz liberal. Es sinónimo de un ideal de libertad. Entendido así, lo opuesto al estado de derecho es el despotismo donde las leyes son dictadas de manera autoritaria.
Por ello, es muy importante reflexionar nuestro voto, no es alarma es realidad, sino buscamos contrapesos será lamentable. Echaremos por la borda años de lucha, que permitió la alternancia y que costó vidas de muchas y muchos camaradas.
No es juego si les digo que de obtener la mayoría absoluta el partido del actual presidente, éste no se irá, continuará incidiendo al verse fortalecido dentro de su partido.
Admirado por lograr una victoria a pesar de un mandato sin resultados y en medio de la peor crisis social del país. Todo esto servirá para consolidar sus intenciones de sovietizar un país en ruinas, que sin duda su gente lo merecerá por no entender hacía donde debió caminar.