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19
May
24

VISIONES DE ESTADO Y GOBIERNO

Luis Sánchezcaballero Rigalt

«Todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento».

Nicolás Maquiavelo

Hoy será el tercer y último debate entre las candidatas y candidatos presidenciales, a partir de este momento seremos invadidos los próximos días por promesas de campaña para que ratifiquemos, modifiquemos o confirmemos el sentido de nuestro voto.

Tiempo en el que desafortunadamente seguiremos  viendo y escuchando por parte del régimen que se sigue apostando al asistencialismo, a una visión de Estado que no es acorde con nuestros tiempos, que sin ningún recato pretenden el fortalecimiento del presidencialismo para menguar las capacidades de los otros poderes para seguir los designios de una sola persona, que hasta éste momento, por lo vivido, no necesariamente será quien ocupe el cargo.

Quizá para seguir intentando reivindicar que si son de izquierda pretenden aniquilar el Estado en la estructura actual para establecer una Burocracia Política o Buró Político como el de la entonces Unión Soviética.

También conocido como Politburó era el máximo órgano de gobierno y dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética. entre los años 1952 y 1966, se lo conoció con el nombre de Presídium.

Este organismo estaba compuesto por los principales miembros del Comité Central y funcionaba como la oficina política de aquel organismo. Sus miembros eran elegidos para dirigir el partido entre las sesiones del Comité Central.

El Politburó era responsable ante el Comité Central y sus miembros estaban sujetos a las directrices y control del mismo.

Hasta los años 80 el Politburó funcionó como el principal órgano de toma de decisiones y control sobre el Comité Central,

Definía y realizaba las principales políticas. Una vez tomada una decisión, esta era informadas al Comité, al Soviet Supremo y al Congreso del Partido para su cumplimiento.

El control que ejercía el Politburó sobre el gobierno era total, puesto que la totalidad de los puestos eran desempeñados por miembros del partido, por lo que se hacía valer la disciplina partidaria para dar cumplimiento a las órdenes e instrucciones.

Luego de las reformas políticas que vivó la URSS a principios de los años 80 el Politburó pasó a ser un órgano con influencia limitada en el Soviet y el gobierno, luego de transferir los poderes radicados en el Politburó al Parlamento (Soviet).

Esta pérdida de influencia aumentó luego de 1992 cuando más partidos políticos fueron permitidos en el sistema político soviético. Sin embargo, en la práctica era el órgano partidario (luego del Comité Central) que más poder tiene a nivel nacional y gubernamental a razón de que el PCUS siempre obtiene la mayoría absoluta en el Soviet y los presidentes y primeros ministros del país son del Partido Comunista.

Por otra parte, los otros candidatos, sí se han pronunciado por respetar la división de poderes, entendiendo que la legitimidad del Estado está dada por la primacía de la voluntad general sobre la voluntad particular de los gobernantes, cualesquiera que éstos sean.

Su servidor comparte lo que Rousseau establecía respecto que el principio sobre el que se construye el Estado es intocable, cambiando únicamente la Administración o el Gobierno.

Los fines del Estado son básicamente variables y diferentes entre uno y otro, y aun dentro del mismo ente estatal, entre una y otra épocas; en todo caso, tales fines los determina la parte dominante de la población, aun cuando haya alguna influencia de las demás; empero se pueden señalar como finalidades comunes de todo Estado.

Además de la de procurar su propia supervivencia mediante la satisfacción de las necesidades públicas, las de alcanzar el bien común, preservar el orden público, así como las libertades y derechos de sus habitantes, quienes a sacrifican una parte de ellos para asegurar el disfrute de los restantes; la de satisfacer las necesidades individuales de carácter general y la de atender al interés público.

El papel de las instituciones en las democracias ha sido ampliamente estudiado. Las instituciones forman parte del régimen democrático y son la forma en que opera un gobierno democrático.

Las Instituciones funcionan como contrapesos para los excesos de los gobernantes como límites que un poder tiene derecho a imponer sobre otro y derivan de la configuración de la forma de gobierno que adopta una nación.

En este tenor, los órganos constitucionales autónomos, marcan una línea en la evolución de las teorías sobre la división de poderes, en el entendido de que ahora son comprendidos como funciones del Estado.

La metáfora de la balanza y los pesos y contrapesos es muy clara. Si de un lado hay mucho peso en la balanza, para hacer contrapeso se requiere un peso exactamente igual del otro lado; solo de ese modo se logra el equilibrio o contrapeso. Además, el contrapeso tiene que estar suficientemente separado y ser autónomo del otro peso, para que se logre el equilibrio.

La metáfora de la balanza es la imagen de un sistema dotado de capacidad de autorregulación que asegura de forma automática la preservación del equilibrio entre sus elementos. Esta teoría llevará a una defensa de la libertad frente a un Estado intervencionista, con lo que el reloj, símbolo del despotismo ilustrado, se opone a la balanza, símbolo de libertad.

Este equilibrio hay que trasladarlo al esquema institucional, de manera que aquél puede lograrse. El sistema interno de gobierno y los poderes lo mantiene si logra un auto equilibrio, únicamente a partir de un diseño que lo induzca a ello.

Por ello, aunque algunos intenten denostarlo y pisotearlo, el concepto de Estado de Derecho es un concepto político que debe preservarse ya que busca una forma de organización de la vida social. Es, también, un concepto fuerza, pues arrastra los anhelos políticos y se utiliza para luchar contra lo ilegítimo.

Consiste en aquel Estado en el que el ordenamiento jurídico ha sido creado racionalmente, siendo, por tanto, un «estado de la razón» y, como tal dominio de la razón, no cabe el imperio de la fuerza.

La razón requiere de tres principios: libertad, individualidad, igualdad ante la ley y autonomía de cada individuo. El derecho de la comunidad debe garantizar la libertad y propiedad de los ciudadanos, promover el desarrollo de los ciudadanos.

El Estado de Derecho tiene, por eso, un marcado matiz liberal. Es sinónimo de un ideal de libertad. Entendido así, lo opuesto al estado de derecho es el despotismo donde las leyes son dictadas de manera autoritaria.

Por ello, es muy importante reflexionar nuestro voto, no es alarma es realidad, sino buscamos contrapesos será lamentable. Echaremos por la borda años de lucha, que permitió la alternancia y que costó vidas de muchas y muchos camaradas.

No es juego si les digo que de obtener la mayoría absoluta el partido del actual presidente, éste no se irá, continuará incidiendo al verse fortalecido dentro de su partido.

Admirado por lograr una victoria a pesar de un mandato sin resultados y en medio de la peor crisis social del país. Todo esto servirá para consolidar sus intenciones de sovietizar un país en ruinas, que sin duda su gente lo merecerá por no entender hacía donde debió caminar.

12
May
24

ÉL NUNCA MIENTE

Luis Sánchezcaballero Rigalt

 «La mayor parte de los hombres, falseando la verdad, quieren aparentar ser mejores».
Esquilo

Esta semana en su incesante búsqueda de desterrar la corrupción y conseguir justicia, el primer mandatario de México acusó a María Amparo Casar, Presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción, de presionar para «obtener indebidamente una pensión de 130 mil pesos mensuales».

Circunstancia que ocurrió hace 20 años, pero que después de publicar un libro donde revela probables actos de corrupción en el gobierno, sospechosamente se dieron cuenta del hecho que denuncian.

 Para no variar, sin pruebas y con nada más que su dicho, la acusó de corrupta exhibiendo el expediente del asunto de marras violando una vez más la Ley.

En su afán de sostener su dicho, aseguró que Bernardo Batíz entonces Procurador de Justicia de la ciudad recibió la visita de la acusada para pedirle que modificara el acta de defunción para declarar suicidio. (Cosa extraña porque los forenses dependían del Tribunal Superior de Justicia).

Sin embargo, el exProcurador al ser cuestionado respecto al tópico respondió que: «No recuerdo esa reunión, pero pudo haber sido, no niego que haya podido ser», rematando con «Confío en que el licenciado López Obrador, como es su lema, no miente, no traiciona, no roba y estoy seguro de eso, lo conozco hace mucho, pudo haber sucedido como él relata».

En esas andábamos cuando el hombre que no miente nos sorprendió a todos con la frase más significativa de su mandato «No hay más violencia, hay más homicidios».

Evidentemente quiso disfrazar una verdad muy lamentable con una mentira aún más, lo que ocurre porque la mentira no solamente pasa por ver las cosas desde otra perspectiva, o decir algo opuestamente contrario a la realidad, implica también simular, intrigar o fingir.

Hay quienes lo hacen para salir de un apuro, otros para alardear algo que no son o para desacreditar a alguien con sus mentiras, también para ocultar una verdad que podría ocasionar reacciones de castigo, críticas o por miedo.

Existen personas que tienen a la mentira por costumbre, que han perfeccionado este hábito con mucha práctica, son conscientes de que cuantos menos detalles den mejor. Saben esconder el rostro para que no les delate y que una de sus principales aliadas es la ambigüedad. Entre ellos se pueden encontrar a muchos políticos.

La mentira es una palabra difícil de disociar del vocablo político, al parecer uno no vive sin la otra, para el filósofo colombiano Juan Samuel Santos [1], la definición tradicional de mentira (una persona le dice a otra algo falso con la intención de que esta última crea que lo que se le dice es verdadero) es insuficiente para comprender la mentira que suele tener lugar en el ámbito político.

Sostiene que esta clase de mentira no solo transmite creencias falsas, sino que fractura la confianza social y estropea la calidad de las discusiones sobre los problemas que afectan a la sociedad.

Por su parte Gustavo Gómez, también colombiano, señala que; «En política no solamente es relevante la capacidad para decir algo que es realmente cierto o falso, sino la capacidad de determinar la mejor manera para que lo cierto aparezca como cierto o para que la mentira opere como mentira, y también la capacidad para determinar las posibilidades interpretativas de la comunidad o comunidades con las que se interactúa». 

En el caso del que nos ocupa, lamento contradecir al señor Batíz, ejemplos sobran; la crisis económica, la falta de empleo, la fallida estrategia ante el COVID 19, la aparición de evidencias de corrupción en su propio gobierno ha dejado vulnerable al primer mandatario.

Quien, ante la falta de respuestas, sigue echando mano de la imaginación, utilizando la negación y la mentira como método para enfrentar tan graves incidentes, dejando al descubierto que la honestidad y la verdad, que, aunque encabezan la escala axiológica tradicional –al menos en los discursos- en los hechos carecen de funcionalidad.

Durante casi 6 eternos años nos hemos topado con discursos oficiales que priorizan lo superfluo –rifar un avión- y niegan lo importante -casi un millón de muertos por la pandemia, cero crecimientos, desempleo, aumento de la delincuencia organizada- 

Ante el proceso electoral se han incrementado los distractores y las mentiras, sin embargo el régimen debe entender que la pérdida de confianza y de credibilidad en los gobernantes es una consecuencia lógica de la incoherencia habitual de un maniqueísmo recalcitrante que sólo pone las cosas  en blanco o negro.

Este gobierno sigue confiando en un desgastado estilo de retórica, demerita el hecho que los ciudadanos ya llegaron a no creer en sus discursos, que ya se cansaron de ver cotidianamente que todo plan de gobierno carece de bases de sustentación que permita una exitosa puesta en práctica y que quien propusieron para ocupar la presidencia amenaza con darle continuidad si gana.

Por eso su principal arma es la negación como mecanismo de defensa para enfrentarse a los conflictos como si no existieran, todo hecho contrario a la realidad que han creado es un montaje. Se rechazan aquellos aspectos de la realidad que se consideran desagradables

La negación como política de Estado, precipita un clima creciente de indignación, afirmaron que se domó la pandemia y niegan la existencia de corrupción exigiendo pruebas, cuando  se evidencian porqué existen, por lo que piensan que haciendo parecer más corruptos a los rivales creen que ellos ya no lo son.

A unos meses de entregar (o no) el gobierno, estamos ante una situación muy grave de espiral de violencia y ataques a los opositores, circunstancias que comprometen aún más nuestra incipiente democracia y debilitan nuestras instituciones. Muchos dirán que todos los políticos mienten, pero no todos presumen de una honestidad valiente.   


[1] J. S. Santos Castro, “Políticos mentirosos y tramposos democráticos: ¿es la mentira política diferente de otras clases de mentiras?”, en Universitas Philosophica, 36(72), 2019.

 

11
May
24

MEDIA TABLA

Francisco SánchezCaballero Rigalt

En las pláticas de café en las cuales se habla de fútbol a los equipos que por razones de presupuesto, ubicación o estrategia comercial se les llama de «media tabla», sus resultados y palmarés son nulos o muy pocos, y en el momento que alcanzan el éxito, tardan mucho tiempo y esfuerzo para volver a lograrlos.

Haciendo un símil con los países, México es un país de «media tabla», no quiero decir que es mediocre porque hay muchos, muchos casos de éxito y de triunfos; aunque como país, con 214 años de independencia y como cultura son aproximadamente 2,000 años, no se ha consolidado un crecimiento a largo plazo y que alcance a toda la población, sobre todo que amortigüe la pobreza extrema que, con cifras de 2022 fueron 9.1 millones de mexicanos en esta situación.

En la década de los años setenta del siglo pasado se impuso la narrativa de que éramos parte del «tercer mundo» de acuerdo al orden mundial de posguerra en el que los países capitalistas de occidente eran el primer mundo, los países del bloque socialista a los que se les denomino del «segundo mundo» y a los países no alineados, la gran mayoría se les clasifico como de «tercer mundo». Esta clasificación elaborada por el demógrafo francés Alfred Sauvy, clasifico países tan diferentes como La India, Egipto, Brasil o México.

Después de la caída del muro de Berlín en 1989 y la disolución de la URSS en 1991 estos términos cayeron en desuso y a México se le denomino en ese entonces como país en vías de desarrollo, debido a la dependencia de la exportación de petróleo como base de su economía, con mano de obra barata para la maquila de productos de fábricas que se instalaron en la frontera norte y con la percepción de instituciones débiles, democracia incipiente y clase política incompetente y corrupta.

En esta época se firmo el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, que propicio un mayor intercambio de bienes y servicios entre estas naciones y que iba a dar un giro positivo en el crecimiento del PIB, solo que se atravesó el «error de diciembre» de 1994 que acabo con los sueños de grandeza sobre todo de la clase media que comenzó a tener acceso a créditos para comprar bienes inmuebles y autos , además de sumir al país en una recesión enorme que si no hubiera sido por los EE.UU. y la decisión del presidente Clinton de otorgar el apoyo para un crédito que ayudo a salir adelante a la economía nacional y parar lo que el mundo llamo el «efecto tequila».

Desde entonces, han pasado ya treinta años los mexicanos hemos evolucionado dentro de una democracia mas en forma, se han creado instituciones descentralizadas que son contrapesos del gobierno, la economía no ha sufrido otra gran crisis por la gestión de la inflación y control de los ingresos y la deuda pública, han existido «mexican moments» de acuerdo a la prensa extranjera, que no se han llegado a consolidar por diversos motivos, uno de los principales es la corrupción rampante que existe en el gobierno y que es solapada por el sector privado aunado al crecimiento del crimen organizado y el aumento de la inseguridad.

Somos un país de «media tabla» porque no se ha logrado crecer a una tasa que ayude a superar los problemas estructurales de pobreza y eso que los apoyos sociales se incrementaron en este sexenio aproximadamente 30% comparado con el gobierno anterior, no se aprovechó la apreciación del peso del 14.68% durante el 2023 frente al dólar y el control moderado de la inflación que cerró en 2023 en 4.66%.

Si no se aprovecha la relocalización de empresas, mejor conocido como «nearshoring» en el mediano plazo, con inversión en vías de comunicación y en la generación de energía en conjunto con mejorar la seguridad, continuaremos como una economía emergente, aunque el termino no aplica para México porque somo la decimosegunda economía mundial con un PIB (a pesar de que este indicador no le gusta al titular del poder ejecutivo, solo que no encontró alguna otra forma de medir ya que sigue usándolo hasta para presumir los logros de su gestión como presidente) de 1,8 billones de dólares estadounidenses.

Estamos en la media tabla por que la distribución de la riqueza es profundamente desigual, el orden jurídico débil, una frágil clase media, fustigada desde el ejecutivo actual por tener aspiraciones, un estado de derecho endeble, avance de los militares en áreas que no son su competencia, persecución a los medios de comunicación no afines al régimen, falta de transparencia en las acciones del gobierno, violencia con alto número de muertes y ausencia de modernización e innovación en las diferente industrias y servicios; asimismo el tema de la educación con la cual se han tomado decisiones como la cancelación de las escuelas de horario ampliado, cambios en las materias con la «nueva escuela mexicana» y en los libros de texto con sesgos ideológicos y la eliminación de la prueba PISA para comparar los resultados con otros países y con base a eso, generar los cambios necesarios.

Falta de voluntad política, de consenso y de ejecutar acciones coordinadas entre los diferentes actores de la sociedad hacen que no subamos a los países de elite como les dicen a los equipos punteros de los campeonatos de futbol.

Deseando que el próximo gobierno tenga una visión a futuro y las condiciones necesarias para lograr un cambio estructural y no por ponerle título de opereta se va a realizar mágicamente una transformación en los Estados Unidos Mexicanos.

Notas al calce: el 5 de mayo es una fecha en la que se celebra el triunfo de las tropas mexicanas sobre el ejército francés a la entrada de la ciudad de Puebla, exagerando la comparación con grandes epopeyas épicas por ganarle al invencible ejército francés, y que uno de los héroes fue el general Porfirio Díaz Mori; ahora uno de los villanos favoritos del presidente López Obrador.

Por cierto, vale la pena leer la carta que el magnífico escritor y político Víctor Hugo escribió al presidente Juárez para salvarle la vida al depuesto Maximiliano de Habsburgo , aquí un fragmento:

«Usted hizo tal cosa, Juárez, y es grande. Lo que le queda por hacer es más grande aún. Escuche, ciudadano presidente de la República Mexicana. Acaba usted de vencer a las monarquías con la democracia. Usted les mostró el poder de ésta; muéstreles ahora su belleza. Después del rayo, muestre la aurora. Al cesarismo que masacra, muéstrele la República que deja vivir. A las monarquías que usurpan y exterminan, muéstreles el pueblo que reina y se modera. A los bárbaros, muéstreles la civilización. A los déspotas, los principios».

05
May
24

REALIDAD, ENCUESTA Y PERCEPCION

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«De tal manera nos desviamos, que la confusión nos impide saber de qué nos estamos desviando»

Franz Kafka

Faltan 28 días para la elección presidencial en México y después del segundo debate las campañas se soltaron echando su resto para ganar.

Si bien es cierto que aparentemente la posibilidad de triunfo del oficialismo parece inminente, también lo es que la acciones y dichos en su equipo, no parecen acompañar la supuesta amplia ventaja que le dan la mayoría de las encuestas.

Primero su inefable líder partidista el de cartón no el de verdad, asegura que ganará con 33 millones de votos lo que parece poco probable, ya que, si sacáramos un promedio de la pretendida ventaja de la candidata oficial, tendríamos que de los 99 millones de probables votantes, todos los que lo hicieron por el actual presidente lo volverían hacer en esta elección, más los nuevos votantes. Cosa que resulta imposible de suceder ante la volatilidad de votos que ha habido en las últimas dos décadas.

Por otro lado, las campañas de oposición han sacado encuestas donde la principal candidata opositora ya alcanzó a la oficialista, lo que mereció una serie de enojos y descalificaciones del régimen lo que hace pensar que hasta ellos dudan de sus encuestadores.

Por otro lado, bajo el sospechoso impulso del oficialismo que pide piso parejo a los medios para el candidato de MC, surge una encuesta del diario el Norte donde ya alcanzó el segundo lugar.

Con ese pretexto el inefable sujeto de los ojos saltones sale a declarar que así quedará la elección. Haciendo poco favor a la candidatura naranja que ha ido creciendo, pero que con estos apoyos los hacen parecer un satélite del régimen.

Todo lo anterior es normal desde el punto de vista de la comunicación política, ya que los efectos de los sondeos electorales si pueden modificar las opiniones de los electores, bajo el contexto de un régimen que prometió mucho e hizo poco aunado a un sistema multipartidista con elevada competición electoral y creciente incertidumbre electoral entre electores.

En cuanto la eficacia de las encuestas ya no lo son tanto, sin embargo, el papel que desempeña la incertidumbre va a resultar muy importante para verificar si estas estrategias funcionan.

Cuando la competencia entre los partidos es estable, tanto los votantes como los partidos son más predecibles de una elección a otra, por lo que los resultados de la formación de coaliciones deberían ser más fáciles de prever.

Por el contrario, cuando el panorama político cambia considerablemente de una elección a otra, la política se vuelve menos predecible y recordemos que en la elección de 2021 y la de 2022 para la Gubernatura del Estado de México, las principales encuestadoras fallaron en los porcentajes. Por lo que en la realidad el partido en el poder tuvo menos votos que sus opositores.

Si ustedes creen que todos estos entuertos son gratuitos pues no, quieren todos crear una realidad alterna para beneficiarse para cambiar las percepciones, Sin duda estas acciones pudieran parecer cuestionables, pero como se han desarrollado las cosas también validas en estos casos.

Lo que están utilizando se le denomina Perceptología, que es una nueva tendencia dentro del Marketing tanto comercial y político que trata de incorporar elementos para manejar las percepciones de forma adecuada, logrando así un éxito y además fomentar el bienestar en las personas.

Los perceptologos la venden como la panacea de todos los males y según ellos todo se basa en elementos concretos, pero la verdad manipular la percepción y con ellos la realidad, que dicho sea de paso no está exento de la utilización de bases alejadas de la ética.

Por ello, para lograr que la gente tenga buena percepción de un dirigente público o de una realidad diferente, es importante tener una presencia permanente para manipular la opinión ciudadana en sentido opuesto de la realidad.

La Perceptología busca dominar la mente del ciudadano, sin importar si contraría la realidad. Su éxito radica en mantener opiniones positivas sobre una situación, así tenga que usar la mentira o el engaño deliberado; la mejor arma es esconder la verdad.

También es cierto que la Perceptología política no soluciona problemas reales, construye opinión favorable sobre temas públicos. En esencia busca controlar la opinión pública para someter la mentalidad colectiva a los deseos del gobernante que está en permanente propaganda. Es propio de regímenes autoritarios que divulguen lo favorable a sus propósitos y rechazan lo que no aplauda sus actos.

Sin duda, la percepción en la opinión pública, debe ser una consecuencia de lo que sucede en la realidad. No obstante, la mente y las necesidades de la gente ha pasado a ser un blanco de la propaganda.

La publicidad intensa hace que muchas personas se vean obligadas a querer algo que no necesitan, sin embargo, la percepción cambia para sentir el deseo incontenible de poseerlo, de ahí que las mañaneras sean la principal herramienta de la Perceptología del régimen.

No obstante, no debemos olvidar que manipular la opinión para lograr percepciones distintas a la realidad es negar la libertad de conocer la verdad, por eso la percepción es transitoria, la realidad es permanente. A la realidad solo la modifican hechos reales; a la falsa percepción la derroca el tiempo.

21
Abr
24

QUIEBRE DEMOCRÁTICO

Luis G Sánchezcaballero Rigalt

«Un frente democrático unido puede impedir que un extremista acceda al poder, cosa que, a su vez, puede comportar salvar la democracia». Steven Levitsky y Daniel Ziblatt,

Los vertiginosos acontecimientos en México y el mundo se dan con tal celeridad que a veces no se encuentra el espacio propicio para la deliberación y el debate serio e inteligente. Las respuestas prontas, y también precipitadas, reprimen el examen de los propios acontecimientos para encontrar soluciones viables y sensatas de mediano y largo plazo.

Más aún, una parte esencial del método democrático; la deliberación, el debate y el contraste de ideas, es ahora un bien escaso y en peligro de extinción. En contraste, la imposición y el autoritarismo son lo predominante.

Para el caso particular de América Latina, que vivió y padeció largos años de dictaduras en las décadas de los sesenta y setenta, finalmente en los noventas inició un proceso de transiciones democráticas.

Dante Caputo, excanciller argentino y presidente de la Asamblea General de ONU en 1988, describía así los nuevos caminos «América Latina sigue en búsqueda de su identidad democrática. Hay un problema de calidad en nuestras democracias. La democracia no sólo se caracteriza por el insustituible acto electoral, sino también por la forma en que se ejerce el poder y se logran mínimos efectivos de ciudadanía».

Pero también prevenía de posibles retrocesos democráticos ante las «tentaciones» de regresar a regímenes autoritarios. Su vos, en los tiempos actuales, tomas un cariz de augurio a la luz de lo que ahora se observa en esta parte del globo.

La democracia en América Latina ha vivido considerables retrocesos en los últimos años. En varios países de la región se han consolidado regímenes autoritarios que cuentan con gobiernos de izquierda, Nicaragua y Venezuela por mencionar los más emblemáticos.

Sin embargo, esto no solo ha ocurrido en los países donde domina esa tendencia «ideológica». Varios informes señalan que otros países, como El Salvador, que cuentan con administraciones de derecha, también se encaminan hacia el autoritarismo.

Y el riesgo de que la lista de autocracias de la región crezca está latente, varios países, sin distingo de tendencia política, están pasando por un proceso acelerado de regresión democrática, México es uno de esos casos.

Levitsky y Ziblatt en su libro «Como mueren las democracias», prevenían sobre la falta de compromiso democrático «La última señal de advertencia es la predisposición a restringir las libertades civiles de rivales y críticos. Si algo diferencia a los autócratas actuales de los líderes democráticos es su intolerancia ante las críticas y su predisposición a utilizar dicho poder para castigar a aquellas personas, ya sean de la oposición, de    los medios de comunicación o de la sociedad civil, que los critiquen».

Los métodos autócratas nada tiene que ver con la de los dictadores de antaño. Éstos reprimían, encarcelaban asesinaban a sus rivales o, en el mejor de los casos, los enviaban al exilio. Los nuevos autócratas envuelven sus acciones en una apariencia de legalidad. Se disfraza de un falso Estado de Derecho, de combate a la corrupción o de una lucha por cerrar las puertas a los privilegios.

Lo anterior, me recuerda el aniquilamiento de la oposición en la Argentina de la Dictadura y que hoy se reproduce en otras latitudes, resulta oportuno traer a colación  el «aniquilamiento del accionar subversivo» previsto por los decretos del gobierno constitucional de 1975, que los militares redujeron al expeditivo y terrorífico método de la eliminación directa de quienes ellos llamaban el «oponente». Mismo que no se limitó a la represión legal e ilegal de los miembros de las organizaciones revolucionarias armadas.

El concepto de subversivo explicado por el entonces presidente de la Junta Militar Jorge Rafael Videla, se extendía a amplios sectores de la población civil que no coincidían ideológica ni políticamente con los poderes dominantes. Villela así lo expresó:

«Consideramos que es un delito grave atentar contra el estilo de vida occidental y cristiano queriéndolo cambiar por otro que nos es ajeno. En este tipo de lucha no solamente es considerado agresor el que agrede a través de una bomba, también el que quiere cambiar nuestro sistema de vida a través de ideas que son justamente subversivas, por activar a través de las ideas contrarias a nuestra civilización occidental y cristiana a otras personas».

Substituya occidental y cristiano por nuestro movimiento transformador. Verá con preocupación que cualquier parecido con nuestra realidad no es mera coincidencia.

Desgraciadamente, lo que vemos ahora como en  antaño, ese pasado que se «llenan la boca en criticar, pero se relamen los bigotes para reproducir», para crear su propia casta de gobernantes que, como los antiguos dictadores, pretenden perpetuarse en el poder, sean como se autodenominen de derecha o de izquierda.

La advertencia es clara, en procesos comiciales, en la contienda entre adversarios no se pierde una elección, se puede perder la democracia.  Por ello, ejerzamos nuestro derecho a votar sin miedos. Estoy convencido que como dice el refrán, «La cura para los males de la democracia es más democracia».

13
Abr
24

No le quiten los alfileres 

Por Francisco J. SánchezCaballero R.

Cuentan que cuando exploto la crisis económica en 1994 Jaime Serra Puche, flamante secretario de Hacienda se encuentra a Pedro Aspe Armella, exsecretario en el sexenio de Salinas: «¡Me dejaste la economía prendida de alfileres!». Aspe le responde a su sucesor: «Y tú, ¿para qué se los quitaste?» 

Este chiste (o anécdota) viene a colación porque a partir del 1 de octubre de 2024 esperamos (deseamos) una tersa transición política, social y económica con la nueva titular del poder ejecutivo ya que, en los 5 pasados cambios de presidente ha sido relativamente suave, sin grandes sobresaltos. 

A finales de marzo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó al Congreso de la Unión los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2025, directrices y estimaciones que sirven como base para elaborar el Presupuesto de Egresos de la Federación y establecen las proyecciones económicas y fiscales para el próximo año. 

Las principales proyecciones que se presentaron son:  

  1. Estabilidad macroeconómica: Se busca mantener la estabilidad en la economía, con un crecimiento estimado entre 2% y 3% y una inflación del 3.3%. 
  1. Tipo de cambio: Se prevé un tipo de cambio al cierre de 2025 de 18 pesos por dólar. 
  1. Ingresos petroleros: Anticipan menores ingresos por petróleo para el primer año del próximo gobierno. 
  1. Precio de la mezcla mexicana: Se estima un precio de la mezcla mexicana de 58.4 dólares por barril. 
  1. Inflación anual se ubicará en un nivel de 3.3% al finalizar 2025. 
  1. Se calcula que el balance ampliado alcance un déficit del 3.0% del PIB. 

Los pronósticos a decir de los diferentes organismos nacionales e internacionales encargados de elaborar proyecciones y revisar cifras y compararlas, resultan optimistas en demasía, parece que los criterios en un entorno ceteris paribus, expresión en latín que significa «todo lo demás constante». (Es una forma de indicar que todos los demás factores permanecen iguales mientras se compara una variable). 

Si se consideran factores externos como las elecciones presidenciales en los Estados Unidos en noviembre próximo con un eventual triunfo de Donald Trump, así como la inflación y las tasas de interés en el vecino del norte, la inestabilidad en el ámbito político internacional puede afectar de forma negativa a los indicadores internos. 

Dentro de estos indicadores hay que considerar a la inversión extranjera directa con la relocalización de industrias, conocido como «nearshoring», que si no encuentra las condiciones necesarias para instalarse en el país como son comunicaciones, energía y seguridad buscaran otros destinos donde llegar, o en el caso de la empresa petrolera más endeudada del mundo, Pemex, y a la que las agencias de calificación de riesgo han degradado sus bonos a un paso del nivel más bajo denominado «especulativo», esta calificación complica la obtención créditos a tasas competitivas y  el gobierno ha entregado 127 mil millones de pesos en apoyo financiero, aunado a una exención de impuestos por 110 mil millones de pesos, este es uno de los principales «focos rojos» en las finanzas públicas. 

Y no olvidemos los proyectos insignia de este gobierno autollamado de la 4ta. transformación como son el tren maya, la refinería olmeca de 2 bocas y el aeropuerto Felipe Ángeles, que consumieron recursos públicos y que no generan ingresos y se calcula que no generaran hasta 2026, por un lado fue positiva la inversión para detonar crecimiento en las áreas donde se establecieron durante su construcción, por el otro se desviaran recursos para su mantenimiento durante el 2025, limitando el margen de maniobra para nuevas obras de infraestructura. 

Y otro gran desafío latente serán las pensiones del sector público y de los pensionados de la «ley 73 del seguro social» que están en proceso de jubilación y afectaran las finanzas de los organismos de seguridad social, y si contamos con las «ocurrencias» de las modificaciones a las leyes referentes a las pensiones que se enviaron al congreso para este último periodo de la actual legislatura con un afán electorero sin discernir sobre la afectación en la economía para los siguientes años. 

El mantenimiento de los programas sociales implementados durante este gobierno y que los usan como estandarte de campaña los partidos de la alianza «sigamos haciendo historia» (escuchen la propaganda del partido verde donde su gran logro en el congreso fue apoyarlos) y que en 2024 se presupuestaron 741 mil millones de pesos en 15 programas sociales «prioritarios». 

Hay más puntos económicos y políticos que deben mantenerse vigilados, también es necesario atender temas sociales como son la inseguridad y el incremento de la influencia del crimen organizada en todos los ámbitos de la sociedad. 

La estabilidad económica que se vive en México en el aspecto macroeconómico debido en su mayor parte a factores externos (no le dio catarro  a los EEUU y por eso no nos dio pulmonía como dijo Agustín Carstens, exgobernador de Banxico) y por eso el optimismo desbordado sobre el 2025 debe de ser moderado y ajustar a la baja las expectativas, sin ser «aves de mal agüero», si no se observa el panorama del 2025 con un nuevo gobierno donde las fuerza políticas pueden cambiar, una reforma fiscal para generar ingresos y una correcta aplicación de los recursos, rendición de cuentas a todos los niveles gubernamentales y un verdadero combate a la corrupción, existe la posibilidad de una crisis económica que nadie desea. 

Notas al calce: Los vecinos de la alcaldía Benito Juárez sentimos en «carne propia» el desprecio y la falta de apoyo de las autoridades del gobierno central, responsable del suministro de agua potable, son 15 días sin respuesta a la crisis que tenemos con respecto al agua contaminada por alguna sustancia que no permite ser consumida por humanos ni animales, ¿Es necesario cerrar una de las principales avenidas de la CDMX para que tomen cartas en el asunto? Es impresionante el desdén y la falta de seriedad para con los habitantes de colonias como la Del Valle, que tanto ha criticado el presidente, para resolver este tema. 

Correo: franciscosanchezcaballero@pressingpolitico.com

21
Ene
24

LAS FUNCIONES DEL ESTADO: LA TRASCEDENCIA DE LOS ORGANISMOS AUTONOMOS

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia».

Platón

Ahora que están próximas a terminar las precampañas y habrá (supuestamente) un periodo de no saturación de las candidatas y el candidato presidencial, seguramente quien dirige los destinos de este país en el Ejecutivo, tendrá ansias voraces por retomar temas que no han trascendido en lo legal pero que hacen ruido mediático.

Sin duda alguna, el desaparecer a los órganos constitucionales autónomos será uno de ellos, bajo el baladí argumento de que salen muy caros, vale la pena detenernos a reflexionar sobre su importancia y la realidad de que resultan incomodos para quien aspira al control absoluto de las funciones del Estado.

Desde una perspectiva de vigencia de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, el Estado de derecho y la democracia son conceptos que en la teoría están estrechamente unidos pero que, en general, no están siendo una realidad en nuestras sociedades.

La democracia se define a través del concepto de institución. Una democracia es posible cuando las fuerzas políticas pueden encontrar instituciones que den una garantía razonable de que sus intereses no serán afectados de manera sumamente adversa en la competencia democrática, es decir, cuando los intereses se someten a una incertidumbre institucionalizada.

Por su parte, los fines del Estado son básicamente variables y diferentes entre uno y otro, y aun dentro del mismo ente estatal, entre una y otra épocas; en todo caso, tales fines los determina la parte dominante de la población, aun cuando haya alguna influencia de las demás; empero se pueden señalar como finalidades comunes de todo Estado, además de la de procurar su propia supervivencia mediante la satisfacción de las necesidades públicas, las de alcanzar el bien común, preservar el orden público, así como las libertades y derechos de sus habitantes, quienes a la luz de la tesis contractualista sacrifican una parte de ellos para asegurar el disfrute de los restantes; la de satisfacer las necesidades individuales de carácter general y la de atender al interés público.

Para atender la función pública se requiere precisar previamente los conceptos de poder, órgano y función estatales que aparecen contrastados una vez que la teoría clásica de la separación de poderes devino teoría moderna de separación de funciones y de órganos, entre cuyas bases figura como premisa fundamental la unidad del poder estatal, así como la indispensable relación entre los órganos en que se depositan sus funciones sustantivas, caracterizados por no convertirse en compartimentos estancos de éstas, lo que les permite participar en el ejercicio de varias de ellas y realizar, por tanto, actos de diferente contenido sustancial: legislativo, administrativo, jurisdiccional, contralor y electoral, entre otros, y a través de las relaciones entre poderes generar la voluntad única del Estado, que permite alcanzar una diáfana idea de la unidad del poder estatal.

Podemos explicar al poder estatal o público como la capacidad del Estado para imponer su voluntad con, sin y aún contra la voluntad concurrente de sus destinatarios -toda la población estatal-, para lograr sus fines y objetivos, lo que significa que cuando se da la oposición del destinatario del poder se habrá de vencer, de ser necesario, mediante el empleo de la fuerza, elemento subyacente en el cimiento de la eficacia del poder público que, como señala Andrés Serra Rojas «es un poder tal, que dispone del monopolio de la coacción y se impone a todos».

El papel de las instituciones en las democracias ha sido ampliamente estudiado. Las instituciones forman parte del régimen democrático y son la forma en que opera un gobierno democrático.

Las Instituciones funcionan como contrapesos para los excesos de los gobernantes como límites que un poder tiene derecho a imponer sobre otro y derivan de la configuración de la forma de gobierno que adopta una nación.

En este tenor, los órganos constitucionales autónomos, marcan una línea en la evolución de las teorías sobre la división de poderes, en el entendido de que ahora son comprendidos como funciones del Estado.

Los órganos constitucionales autónomos en el concepto moderno de Estado pasan a formar parte de las funciones que esté tiene a su cargo.

Cuentan con la máxima jerarquización que se le puede dotar a una institución, ya que son creados a partir de un mandato constitucional, sin embargo, la autonomía con la que cuentan respecto de su función no en todos los casos es suficiente, o no se les dota de lo necesario para hacer cumplir y valer sus determinaciones en función de su encargo.

De esta forma es que, en los últimos años, ha sido posible reactivar y a la vez reinventar los sistemas democráticos, en los cuales, a través de la creación de estos organismos, ha cambiado el diseño de cómo se llevan a cabo determinadas funciones

Los órganos constitucionales autónomos tienen la posibilidad de decidir independientemente su forma de gobierno o gobernanza corporativa, definir el conjunto de materias específicas de decisión y las normas de procedimiento para validar la coerción institucional y técnica de las decisiones

Tal ha sido el impacto, que se podría asegurar que la democracia como la tenemos entendida ha cambiado, y así también, que se ha transformado la teoría de la división tripartita del poder, en una nueva y mejorada forma de entender el poder del Estado y sus diversas funciones.

Para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, «su misión principal, radica en atender necesidades torales tanto del Estado como de la sociedad en general, conformándose como nuevos organismos que se encuentran a la par de los órganos tradicionales».

No se oponen, sino que responden al principio de división de poderes. Con la finalidad de hacer más eficaz el funcionamiento del Estado y garantizar de una mejor manera el ejercicio de los derechos humanos, se reconfigura funciones que antes pertenecían a los poderes tradicionales.

Los órganos de control constitucional bien ejercidos en sus funciones sirven de freno al poder central, lo transparentan de su opacidad gubernamental que aún prevalece, tienden a frenar actos de corrupción que en mucho lacera a la sociedad, nuestro sistema político.

Como verán, estos organismos son de suma importancia y por su toral función de contrapesos, incomodan a quienes pretenden asumir el poder absoluto y no respetan la Constitución que juraron guardar y hacer guardar y las leyes que de ella emanen.

16
Ene
24

LAS ULTIMAS DOS REFORMAS DE AMLO  

Por Eduardo Macías Garrido

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, afirmó, en el marco del 117 aniversario de la huelga de Río Blanco, en Veracruz, que enviará dos reformas constitucionales antes de acabar su mandato.

El objetivo es, según el presidente, modificar las leyes para beneficiar a los trabajadores. Busca establecer que el aumento al salario mínimo no sea por debajo de la inflación y modificar el sistema de pensiones.

La iniciativa pretende reformar el artículo 123 constitucional, para que se establezca que el salario mínimo no va a aumentar menos que la inflación. Lo que habría que explicarle al presidente, es que en paralelo hay que generar las condiciones para que cada día existan más y mejores empleos, así como fortalecer al sector privado, para que este pueda pagar sueldos competitivos.

Es decir, no sirve de nada el enviar reformas constitucionales en el área laboral, si no se establecen políticas públicas sanas y serias, que permitan que el sector productivo del país genere inversiones que faciliten la creación de nuevos empleos.

Es cierto que es necesario revisar el sistema de pensiones para que el trabajador tenga un retiro digno. En paralelo, también se debe examinar el sistema de salud que deja muy desamparada a esa población de adultos mayores, quienes resultan ser los más vulnerables.

Tiene razón el presidente López Obrador cuando dice que el mexicano es uno de los pueblos más trabajadores del mundo. Pero se le olvida decir que en nuestro país no hay las suficientes oportunidades para toda esa gente trabajadora que tiene que migrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.

Esa falta de oportunidades se agrava hoy en día todavía más, debido a la violencia que existe en México en gran parte del territorio con motivo del empoderamiento del crimen organizado, motivado por la falta de un combate frontal y real al mismo, así como por la implementación de políticas absurdas como la de «abrazos no balazos» o la de que hay que acusar a los delincuentes con sus progenitoras.

Se le agotó el tiempo al presidente y a su gobierno, se hicieron muchas cosas mal o pocas bien, lo que se traduce en que la gran mayoría de la gente no mejoró en su nivel de vida. No existe un mejor sistema de salud, lo de Dinamarca ya ni como broma a estas alturas, no tenemos los mexicanos una seguridad pública confiable y eficiente como se requiere en cualquier nación que se dé a respetar, como tampoco se cuenta con los empleos suficientes para una gran parte de nuestros jóvenes, quienes en muchos de los casos prefieren emigrar en busca de mejores oportunidades.

Hoy más que nunca estos discursos del presidente de la República suenan vacíos y carentes de toda credibilidad. Al parecer, él ya está pensando en el 2024, como el gran político que es, su sexenio ya quedó atrás con resultados devastadores para el país.

Esperemos que la próxima presidenta de la República cumpla ya no con las expectativas que se han generado, sino con sus más elementales responsabilidades, a fin de garantizar para todos los mexicanos un mejor lugar donde vivir.

Ya basta de demagogia, de pensar que la vida es una eterna campaña política, es hora de gobernar y dar resultados medibles en beneficio de la gente. Que nadie se quede sin medicinas, que ya no haya niños que no hacen sus comidas tres veces al día y que ya no se cobre el crimen organizado una vida más, por ejemplo.

Correo: eduardomacg@icloud.com

X (Twitter): @eduardo84888581

14
Ene
24

ANALISIS DE LA ESTRUCTURA DEL ESTADO MEXICANO ACTUAL, PARA ESCLARECER EL PRINCIPIO DE DIVISON DE PODERES 

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«Los tiranos siempre buscan justificar su abuso de poder con argumentos falaces»

Anónimo

Este artículo tiene como objeto un análisis de la estructura actual del Estado Mexicano, que para empezar es una República y no un Imperio Presidencial, donde los demás entes de gobierno no sólo son comparsa y que mucho se ha intentado convencer de que es así en los últimos 5 años.  

Para poder entender y analizar a profundidad la Estructura del Estado Mexicano, resulta fundamental analizar dos preceptos: Estado y Estado de Derecho.  

Estado  

Con un enfoque sistemático se ha definido al Estado como un sistema integrado por un conjunto humano asentado permanente en una circunscripción territorial específica, organizado mediante la coincidencia constantemente renovada de las voluntades de los integrantes de la parte más fuerte de dicho conjunto, sujeto a un orden jurídico propio y a un poder soberano, cuyos fines, básicamente variables, son establecidos por la parte dominante del conjunto humano -no necesariamente la más numerosa-, aun cuando a veces influya otra o las demás partes  

En términos jurídicos y sociales, un Estado es la forma y organización de la sociedad, de su gobierno y al establecimiento de normas de convivencia humana; es la unidad jurídica de los individuos que constituyen un pueblo que vive al abrigo de un territorio y bajo el imperio de una Ley, con el fin de alcanzar el bien común.  

Estado de Derecho   

Para Joseph Raz, «el Estado de Derecho tomado en su sentido más amplio significa que la gente debe obedecer el derecho y regirse por él». (2002: 17) y si esto es así, nos dice, «el derecho tiene que ser capaz de guiar el comportamiento de sus súbditos». (2002: 17). Para ello, continúa el autor, es fundamental que el Estado de derecho esté basado en los siguientes principios (2002: 20-25):  

Todas las disposiciones jurídicas deben ser prospectivas, abiertas y claras;  

Las disposiciones jurídicas deben ser relativamente estables;  

El establecimiento de disposiciones jurídicas particulares debe ser guiado por disposiciones jurídicas abiertas estables, claras y generales;  

La independencia del poder judicial tiene que ser garantizada;  

Los principios de justicia natural tienen que ser observados;  

Los tribunales deben tener poderes de revisión sobre la implantación de los otros principios;  

Los tribunales deben ser fácilmente accesibles; y  

A los órganos de prevención criminal dotados de discrecionalidad no se les debe permitir pervertir el derecho.  

Por su parte, Rodolfo Vázquez sentencia que «No todo Estado es Estado de derecho, más aún, no todo Estado con derecho es un Estado de derecho.» (2002: 111), para que el Estado de derecho sea tal, tiene que satisfacer las siguientes condiciones (Vázquez; 2002: 111):  

Primacía de la ley;  

Responsabilidad de los funcionarios;  

Control judicial de constitucionalidad; y  

Respeto y promoción de los derechos fundamentales.  

Es relevante destacar que para este autor «no existe ni puede existir Estado de derecho cuando se asiste a un reiterado y, en ocasiones, delirante repudio de los derechos» y continúa «Nunca como en nuestra época se ha estado tan consciente de los derechos humanos, pero, en la misma proporción, nunca se ha sido tan sofisticadamente brutal en su violación». (Vázquez, 2002: 125)  

Vistas las definiciones procedimental y sustancial del Estado de derecho, se abordará su vínculo con el concepto de democracia.  

La democracia puede clasificarse en formal-procesal y en ética-sustancial (Ingram: 33). La democracia para la primera clasificación se define esencialmente por la presencia de elecciones competitivas como medio de acceso al poder. En tanto, para las visiones de la democracia sustancial, además de elecciones disputadas se incluye la condicionante de la vigencia de derechos y libertades individuales viables. (Ingram: 34).  

De esta forma, puede establecerse una correlación entre las definiciones formales-procesales de Estado de derecho y la definición de democracia también procesal-formal. En ambos conceptos predomina el énfasis en cómo se crea la ley, cómo se vigila su cumplimiento, etcétera.   

En contraste, la definición ética-sustancial de Estado de derecho y de democracia también ética-sustancial, incluyen además de los cómo los qué y para qué: qué implica el Estado de derecho y la democracia de los derechos fundamentales o bien para qué se instituyen el Estado de Derecho y la democracia, respondiendo que, para la defensa y garantía de los derechos fundamentales, los derechos humanos o las libertades.  

Por su parte, la división de poderes, expuesta como una teoría política necesaria para combatir el absolutismo y establecer un gobierno de garantías, se ha convertido en el principio básico de la organización de los estados constitucionales modernos.  

Esta división de poderes implica la separación de los órganos del Estado en tres grupos diversos e independientes unos de otros, y cada uno de ellos constituido en forma que los diversos elementos que lo integran guarden entre sí la unidad que les da el carácter de poderes.  

La separación de poderes impone la distribución de funciones diferentes entre cada uno, de tal manera, que cada uno tenga atribuida solo su función primordial. Sin embargo, la legislación positiva no ha sostenido el rigor de esta exigencia, y han sido necesidades de la vida práctica las que han impuesto la atribución a un mismo poder de funciones de naturaleza diferente. Cumpliendo con esas exigencias, las constituciones modernas han establecido dichos poderes para el ejercicio de su soberanía.  

La división de poderes en México se establece en el artículo 49 de la Carta Magna y asienta la tesis de que el poder es sólo uno y lo que se divide es su ejercicio. Este ejercicio del poder se encuentra repartido en tres órganos o poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Entre estos tres poderes existe una colaboración, lo cual implica que un órgano puede realizar funciones que formalmente corresponderían a otro poder, siempre y cuando la propia constitución así lo disponga.  

El ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la Unión se deposita en un solo individuo que se denomina presidente de los Estados Unidos Mexicanos. El Poder Ejecutivo Federal en México es unitario, elegido directamente por el pueblo para un período de seis años y sin posibilidad de reelección.   

En México, si bien es cierto que el presidente es la pieza clave del sistema político y tiene predominio sobre los otros elementos políticos que configuran el propio sistema. Compartimos la opinión del finado jurista Jorge Carpizo MacGregor, que en los años de hegemonía del PRI señalaba las causas del predominio del presidente, que hoy se actualizan y generan confusión, las cuales son:  

·Es el jefe del partido predominante integrado por factores reales de poder;  

·Debilitamiento del poder legislativo, por ser sus integrantes parte del partido predominante y no oponerse al presidente;  

·La integración de la Suprema Corte de Justicia por algunos elementos políticos que no se oponen al presidente;  

·La marcada influencia en la economía a través de los mecanismos del banco central, los organismos descentralizados y de las empresas de participación estatal restantes;  

·La institucionalización del ejército, cuyos jefes dependen de él;  

·La fuerte influencia de la opinión pública a través de los controles y las facultades que tiene respecto a los medios de comunicación colectiva;  

·La concentración de recursos económicos en la federación, específicamente en el ejecutivo;  

·Las amplias facultades constitucionales y extra constitucionales;  

·La determinación de todos los aspectos internacionales en los cuales interviene el país, sin que en ello intervenga el Senado;  

·El gobierno directo de la región más importante del país como lo es la Ciudad de México.  

Por lo anterior puede llegar a creerse que existe un solo poder y otros dos subordinados a él, pero es importante concluir que, en México, la división de poderes es esencial para el funcionamiento de la democracia y la protección de los derechos de las y los ciudadanos.  

Su importancia en México radica en que permite el equilibrio y la separación de las funciones del Estado, lo que evita que una sola persona o entidad concentre demasiada autoridad y garantiza que cada poder del Estado tenga un papel específico y una función clara, y que esté sujeto al control y la supervisión de los demás poderes.  

La separación de facultades y funciones del Estado ayuda a prevenir que cualquier instancia centralice o concentre demasiada autoridad en una sola persona o entidad lo que podría dar lugar a la corrupción, el abuso de poder y la violación de los derechos humanos.  

La importancia de respetar la autonomía de cada poder asegura que cada uno de ellos tenga sus propias responsabilidades, funciones y deberes establecidos por la ley, lo que reduce la probabilidad de que uno de ellos abuse de su poder o interfiera en las decisiones de los otros. 

luis_sanchezcaballero_rigalt@pressingpolitico.com

24
Dic
23

REPASO ANUAL

Luis G. Sánchezcaballero Rigalt

«El único límite para nuestra realización del mañana serán nuestras dudas de hoy. Sigamos adelante con fe fuerte y activa».

Franklin D. Roosevelt

2023, sin duda fue un año complejo, difícil, que nos sirvió para reflexionar sobre aspectos tan simples como disfrutar y a la vez extrañar a la familia, valorar y reencontrarnos con cosas que no le dábamos importancia, como una buena conversación, una lectura junto a la ventana, para retomar buenos hábitos y que nos enseñó que las 24 horas del día pueden rendir muchísimo.

Año donde el Cruz Azul volvió a jugar con nuestros sentimientos ,que exhibió para los mexicanos un gobierno indolente, que vive fuera de la realidad mundial y que le importa poco las consecuencias de sus inacciones porque lo que importa es estar bien en el «populometro».

Que demostró que no importa que la discursiva pueda modificarse constantemente para sostener con un cinismo increíble que no se dijo lo que se dijo.

Antes de terminar este año quiero compartirles que, dado que el año que viene habrá elecciones en la mitad de los países del orbe, observo que las y los políticos al iniciar con tanta anticipación las campañas están ya en procesos de saturación – como dicen los economistas- de mercado.

El mercado se regula a partir de la oferta y la demanda. La demanda se da cuando entre el público existe una determinada necesidad, aparecerán personajes que la intentarán satisfacer mediante un producto o servicio que colme las aspiraciones de los clientes en términos de calidad-precio. Lo mismo ocurre en la arena política donde hoy no vemos productos atractivos y una polarización permanente que ya cansa.

Estamos viviendo momentos en que un producto es ofrecido en una cantidad mayor a la demandada por eso me atrevo a decir que vivimos ya una saturación de mercado electoral y lo trágico es que ni siquiera han arrancado las campañas.

Por otro lado, tenemos un presidente que sale todos los días a hablar de lo que sea, aprovechando que a pesar de la saturación sigue bien evaluado en términos de sus atributos personales, y es visto como un líder honesto que se preocupa por los que menos tienen, sin embargo, la mayoría de la población considera que no ha dado los resultados que ofreció en seguridad, economía o combate a la corrupción.

El presidente registra un saldo positivo en cuanto al manejo de programas sociales, educación y combate a la pobreza, pero la población se divide respecto a su actuación en el tema de salud y lo reprueba en el resto de los rubros.

Lo anterior no obstante que ha sido despiadado e indolente con la muerte de jóvenes en el Estado de Guanajuato, entidad que su partido no gobierna y se ve difícil que lo haga, ha sido imprudente y deshumanizado, ha proferido calumnias contra las y las jóvenes víctimas acusándolos de consumir drogas sin ninguna prueba.

Sin embargo, pide respeto para la fallecida madre y abuela de conocidos narcotraficantes definiéndose como humanista.

Esta indolencia e insensibilidad que se pretende esconder bajo un discurso de humanismo resulta grave y peligrosa, vivimos en un permanente contexto global con amenazas y ataques terroristas, crisis migratorias, y este tipo de conductas no generan ningún optimismo sobre un mayor compromiso en la defensa de los derechos humanos, pero desgraciadamente si su permanente vulneración al amparo de que los «resultados pesan más que la retórica», aun cuando haya escasez de lo primero y exceso de lo segundo.

Por lo que el año que viene será un año complicado para las y los mexicanos, incluidos a las y los candidatos, quienes tendrán que valerse de la creatividad para generar estrategias inteligentes para lograr ese acercamiento y empatía con el pueblo.

Desafortunadamente para la ciudadanía, debemos reconocer con franqueza que, por la experiencia vivida en estos meses, ha quedado de manifiesto que no aplican ni las estrategias ni la innovación, circunstancia que hace parecer que las cosas permanecerán en el estado que se encuentra a menos que la ciudadanía decida lo contrario.

Por otra parte, no puedo obviar que estos días consiguen poner de manifiesto la alegría y el compromiso, condiciones indispensables para afrontar las dificultades y la necesidad de cambio que nos plantean estos tiempos.

El año que pronto concluirá nos ha puesto a prueba y nos ha enseñado la necesidad de esforzarnos para que ninguna crisis sea capaz de deteriorar la convivencia y el correcto funcionamiento de las instituciones.

Quiero enviarles un mensaje lleno de afecto, respeto, esperanza y de ilusión, con la confianza de que el nuevo año nos va a traer grandes retos, pero también grandes logros.

Deseo de todo corazón que disfruten estos días, con sus seres queridos demostrándoles todo su amor.

Al tiempo que les recuerdo que son tiempos de solidaridad, de dar lo mejor de nosotras y nosotros mismos, hoy más que nunca son momentos para compartir, de estar ahí, de ser sororas y fraternos, de dejar nuestras diferencias atrás y ver hacia delante para seguir consolidando nuestro desarrollo personal y profesional.

Vivamos estos días con alegría, no para ignorar los problemas, sino para ser conscientes de que juntas y juntos podemos trabajar para darnos nuevas razones para el optimismo.

Sin duda, es una época propicia para manifestarle a todas y todos cuánto se les quiere y aprecia.

Les deseo una Feliz Navidad y un gran año nuevo con mis mejores deseos para todas y todos de Paz, Salud y Prosperidad.

AGRADECER QUE ME DISTINGAN CON SU LECTURA, INFORMADOLES QUE LA SIGUIENTE SEMANA NO SE PUBLICARÁ ESTA COLUMNA, NOS VEMOS EL PRÓXIMO 7 DE ENERO.

luis_sanchezcaballero_rigalt@pressingpolitico.com




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